Los reyes de Bután y sus tres hijos forman una de las familias reales más populares de Asia. Son jóvenes, atractivos, les gusta proyectar una imagen cercana, algo no muy usual en las monarquías de Oriente, y tiene tres hijos de postal. Los príncipes dragones, como se conoce a los miembros de la dinastía Wangchuck, acompañan a sus padres desde que son muy jóvenes en los actos y visitas oficiales y después de un tiempo sin verlos, su último viaje a Mongolia ha llegado lleno de sorpresas.
La primera de las sorpresas es que con solo 10 meses, la benjamina de la familia ha debutado en un viaje oficial. Sonam Yangden Wangchuck llegó al mundo el 9 de septiembre de 2023 y ha causado sensación en la insólita sesión de fotos que ha protagonizado junto a sus padres y sus hermanos en el desierto de Mongolia, donde se han mostrado como nunca les habíamos visto
Los Reyes Dragón y sus hijos han sido inmortalizados al final de su visita al país por el fotógrafo oficial del presidente mongol, Gan Ulzii Gonchig, que ha compartido sus impresiones tras captar este lado tan familiar y desenfadado de la familia real. "Estaba alucinado por lo cercanos y amables que eran, algo que no esperaba del Rey y la Reina dde un país. Viéndoles, creo que Bután debe ser realmente un lugar de felicidad", ha dicho del país que ha ideado el concepto de "Felicidad Nacional Bruta"
La pequeña princesa ha sido, con permiso de sus hermanos, la gran protagonista del viaje. en la imagen la vemos en brazos de su padre, vestido con ropa cómoda para disfrutar del desierto y con gafas, un complemento que no suele lucir en público. El rey Jigme Khesar Namgyel Wangchuck la mira absolutamente embelesado
Otra de las sorpresas que nos ha dejado el viaje de los reyes de Bután a Mongolia, además de este precioso posado, ha sido comprobar lo mucho que han crecido sus hijos mayores, Gyalsey Jigme Namgyel, heredero al trono que nació en febrero de 2016, y Jigme Ugyen Wangchuck, que vino al mundo en marzo de 2020. Ambos pasean por la inmensidad del Gobi de la mano de su madre, la reina Jetsun pema
Siempre formales, profesionales como no cabría esperar de unos niños de tan corta edad, sorprende y alivia al mismo tiempo, verlos disfrutar y jugar como los chicos de su edad. El príncipe Gyalsey, de ocho años, natural de un país de enormes montañas, parece fascinado con las posibilidades que ofrecen las montañas de arena
El príncipe heredero se ha puesto incluso a los mandos de una peculiar moto con su madre detrás para surcar las dunas del desierto de Gobi en una estampa bella e impactante al mismo tiempo
Nunca antes habíamos visto así al Rey Dragón. Ataviado como un auténtico turista, con gafas, ropa absolutamente informal, sobrero para protegerse del sol y cámara al cuello con cierto toque vintage
Han hecho fotos, han paseado por la inmensidad del desierto, los niños se han divertido en las dunas y, por supuesto, también se han montado en camello, una de las atracciones turísticas más destacadas del lugar. Ha sido la guinda perfecta para un final del viaje oficial del todo inusual y que nos ha permitido conocer otra cara de los reyes de Bután y sus príncipes dragones
Antes de eso, el viaje transcurrió con la institucionalidad que caracteriza a estas visitas. La familia real lució sus prendas tradicionales y con sus dos hijos mayores, con una capacidad asombrosa para comportarse en cada situación, han posado con el presidente de Mongolia, Ukhnaagiin Khurelsukh, y la primera dama, Luvsandorj Bolortsetseg
Ha sido la primera visita oficial de los monarcas de Bután a Mongolia y ha durado ocho días. Aunque ha viajado la familia al completo, la más pequeña de la familia, de 10 meses, no participó en los actos oficiales, como si lo hicieron sus hermanos mayores.
Los príncipes Gyalsey Jigme Namgyel y Jigme Ugyen Wangchuck, de ocho y cuatro años, han prestado atención durante su visita a algunos de los monasterios y palacios más emblemáticos del país. Acompañan a sus padres, pero en la dinastía Wangchuck no tardan en debutar en solitario. Hace tan solo unos meses, el heredero ya presidió las celebraciones por la fundación de una nueva ciudad al sur del país.