La alerta de seguridad internacional entre los jefes de Estado y mandatarios se ha elevado desde que hace unos días el expresidente estadounidense, Donald Trump, resultara herido en un ataque durante un mitin celebrado en Pensilvania. Tras ese atentado, los reyes Carlos y Camilla tuvieron que ser evacuados en medio de los compromisos que están llevando a cabo en su viaje oficial por las islas del canal de la Mancha. Afortunadamente, se trató de una falsa alarma y pronto pudieron recuperar su agenda institucional.
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Camilla de Reino Unido se encontraba tomando un helado en un puesto callejero de Saint Helier, la capital de Jersey, cuando con cierto desconcierto, pero gran tranquilidad, dos miembros de su equipo le indicaron que tenía que abandonar el lugar. Sin preguntar mucho, les acompañó después de que le dijeran que la visita había quedado interrumpida. El rey Carlos, que no se encontraba junto a su mujer en ese momento, sino que estaba reunido con Matt Taylor, fundador de Jersey Sea Salt, una empresa artesanal de producción de sal, también fue evacuado. Un agente de su seguridad le abordó y le dijo que tenía que irse inmediatamente.
El matrimonio real se encontró en el cercano hotel Pomme d’Or donde permanecieron durante un breve periodo de tiempo. Al poco tiempo, cuando se comprobó que todo había sido una falsa alarma, reemprendieron su visita juntos, dando un paseo juntos en este desplazamiento que sirve para resaltar el sector de la agricultura, la pesca y la acuicultura de la isla. El Palacio de Buckingham no ha emitido una declaración sobre lo ocurrido, pero se entiende que durante unos momentos sí se produjo una situación preocupante que llevó a desalojar a los Reyes.
Carta privada a Trump
Lo que sí se ha confirmado es que el monarca se puso en contacto con Trump poco después del incidente a través de una carta privada que le hizo llegar a través de la embajada del Reino Unido en Washington. Una misiva que se suma al mensaje de solidaridad que los reyes Felipe y Letizia mandaron al expresidente después de conocer lo sucedido. “Conmocionado por el terrible ataque que habéis sufrido durante un acto electoral en Pensilvania, quiero haceros llegar, junto a la Reina, nuestra solidaridad y alivio al conocer que vuestras heridas no revisten gravedad”, comenzaba la declaración de don Felipe.
Carlos III, que en las islas del Canal es conocido como duque de Normandía desde que el hijo de Guillermo el Conquistador, Enrique I, se apoderó del este Ducado, incluidas las islas en 1106, participó junto con la Reina en la sesión especial de la Asamblea de los Estados y desafiaron a la lluvia y al fuerte viento durante un desfile. La reina Camilla recorrió un mercado de productos locales y ganaderos, donde vio un corral con varias vacas. De hecho, los Reyes fueron agasajados con siete terneras lecheras y varios huevos de pato, una antigua tradición.
Tras Jersey, está previsto que los Reyes visiten la vecina isla de Guernsey, donde les esperan con gran emoción. “Será un gran privilegio dar la bienvenida a Sus Majestades por primera vez desde su coronación. Su visita demuestra lo especial que es la relación entre la Corona y estas islas”, dijo sir Richard Mc Mahon, el alguacil de Guernsey. El diputado Lyndon Trott añadió que “Su Majestad tiene un interés especial en los esfuerzos globales para combatir el cambio climático. Esperamos mostrar nuestras iniciativas para apoyar esos esfuerzos y promover la sostenibilidad en una variedad de sectores. Eso incluye las iniciativas pioneras de financiación verde de nuestro principal sector económico, que tienen un impacto global”.