El reinado de Carlos III es tan joven como intenso, muchas cosas han sucedido desde el 8 de septiembre de 2022 en el que falleció Isabel II. Los Windsor todavía están tomando posiciones en un sistema que se vio obligado a reinventarse nada más nacer por las ausencias del propio rey y la princesa de Gales. Ahora, cuando Kate Middleton ha reaparecido dos veces, primero en el Trooping the Colour y este fin de semana en Wimbledon, la monarquía británica va recuperando la normalidad y, con ello, se confirma que los Middleton no solo están muy presentes en la vida privada de los príncipes de Gales, la familia de Kate tiene un lugar en este reinado y su presencia transmite mensajes.
En las últimas semanas Carole y Michael Middleton se han dejado ver en las carreras reales de Ascot con el príncipe Guillermo y después acudieron hasta en dos ocasiones al Campeonato de Wimbledon, conscientes de que la máxima expectación estaba en la posible reaparición de su hija como princesa de Gales. Finalmente Kate, gran aficionada al tenis y patrona de la All England Lawn, reapareció en medio de una gran ovación y con el público puesto en pie. Unos pasos por detrás le seguía su hermana, Pippa Middleton, que ocupó la primera fila del Royal Box y estuvo muy pendiente de su sobrina, la princesa Charlotte.
De algún modo, Pippa se encargó de sustituir al príncipe Guillermo, que estaba en Berlín en la final de la Eurocopa con el príncipe George, y que el año pasado fue el que se encargó de ocupar un segundo luagar en Wimbledon, junto a los príncipes George y Charlotte, para que Kate estuviera solo pendiente de su participacion en el torneo, ya que esta es una de sus grandes citas del año.
Unos día antes Pippa Middleton ya se había dejado ver en el campeonato de tenis junto a su marido, James Matthews; una presencia pública que, junto al regreso de Carole y Michael a la vida social, sirvió para tranquilizar en torno a al estado de salud de la princesa y marcó la antesala de su regreso. En definitiva, que los Middleton reaparezcan en actos de esta índole disipa la preocupación en torno al estado de salud de la princesa de Gales, que hace cuatro meses anunció que tenía cáncer.
El lugar de los Middleton en este reiando es evidente: ellos son el gran apoyo público y privado de los príncipes de Gales y de sus hijos y ha sido así desde el tiempo en el que Guillermo y Kate se concieron en la universidad y los Middleton se convirtieron en una segunda familia o una familia cercana para el príncipe. Por otro lado, igual que la reina Camilla reclamó un lugar para los suyos en la coronación de Carlos III y ha convertido a su hermana, Annabel Elliot, en su compañera habitual, Guillermo y Kate se encargaron de que tanto en los funerales de Isabel II como en la coronación de Carlos III, los Middleton tuvieran un lugar destacado junto a las autoridades. Su presencia puede ir evolucionando (al tiempo que vayan creciendo los príncipes George, Charlotte y Louis o en función del apoyo que necesite Kate), pero lo que está claro es que los Middleton son una presencia casi “real” en aquellos acontecimientos en los que no hay Windsor.