En 2012 la selección española de fútbol perpetró una hazaña histórica. Se hizo con su tercera Eurocopa después de haber ganado el Mundial dos años antes. Los reyes Juan Carlos y Sofía les recibieron entonces en Zarzuela acompañados de la infanta Elena y los entonces príncipes de Asturias que no se resistieron a llevar a sus dos hijas, que tenían cuatro y tres años. Quién sabe cuándo se iba a repetir un hito así. Hubo que esperar nada menos que doce años, pero se repitió. Como también se repitió la misma fotografía que las hijas de don Felipe y doña Letizia protagonizaron entonces sosteniendo la copa, como ahora recuerda la Casa Real.
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Entonces llevaban sendas camisetas con su nombre y jugaban con inocencia a tratar de aupar la misma copa que con la prudencia que dan los años la infanta Sofía no se atrevió a coger durante la celebración en Berlín. Este lunes en Zarzuela las dos hermanas también lucían camisetas personalizadas con el número 10, el mismo que porta Dani Olmo, uno de los jugadores más aclamados en la final, y se fotografiaran cogiendo, con mucha más destreza y mimo, el preciado trofeo. Intencionado o no, lo cierto es que la imagen recuerda mucho a la que doce años atrás provocó las sonrisas de los jugadores y también de la familia real.
Ya apuntaban maneras por la manera en la que siendo tan niñas disfrutaron del recibimiento a los campeones tanto en 2010 como en 2012 y, efectivamente, han acabado siendo grandes aficionadas al fútbol, en especial la infanta Sofía que también lo practica. Su primer viaje internacional, las dos juntas y sin sus padres, fue precisamente para animar a España en la Eurocopa Femenina que se celebró en 2022 en Londres. Un año después, la reina Letizia presidió con su hija menor el Mundial Femenino que ganó nuestra selección y la ocasión sirvió para oír por primera vez a la Infanta hablar ante los micrófonos de televisión.
Un año más tarde también ha sido Sofía quien ha acompañado a su padre a Berlín para ver al conjunto masculino llevarse la cuarta Eurocopa a casa. Durante el descanso del partido se declaró "emocionada y muy contenta" de estar asistiendo a una final tan importante y pudo de nuevo saltar al césped al final del encuentro para celebrar la victoria con los jugadores. Ya en Madrid, la princesa Leonor no se ha perdido la recepción a los campeones. Para ella también ha sido la guinda perfecta para una intensa semana que culminó con su debut en un viaje internacional en solitario a Portugal.