Con una sonrisa y caminando con normalidad, la princesa Ana ha reaparecido en público tras el accidente que la mantuvo ingresada cinco días en el hospital y del que se ha estado recuperando en casa durante algo más de dos semanas. A simple vista no se le aprecian más secuelas que un ligero moratón debajo de su ojo izquierdo. Su primer acto tras el suceso tiene mucho que ver con los caballos, el animal que supuestamente le provocó una conmoción cerebral el pasado 24 de junio. No obstante, su pasión por la hípica, como experta amazona que es, sigue intacta. Además, si alguien pensó que la hermana de Carlos III podría arrojar luz sobre el incidente, ella misma se encargó de confirmar: "No me acuerdo absolutamente de nada".
No ha recobrado la memoria sobre los hechos que la llevaron al hospital, tal y como ha confesado a los organizadores de los campeonatos nacionales de la asociación de equitación para personas con discapacidad de la universidad de Hartpury, pero sí el buen humor, su carácter directo y su disposición para el trabajo. La princesa Ana ha vuelto y su regreso, sin duda, será un gran alivio para la adelgazada monarquía que tiene ahora Carlos III con su nuera Kate Middleton tratándose de cáncer y él mismo recuperándose de esa misma enfermedad, aunque su estado de salud le permite una mayor presencia pública.
Lo que se sabe a ciencia cierta del accidente es que Ana de Inglaterra sufrió heridas y un golpe en la cabeza cuando se encontraba dando un paseo por su finca y sufrió un accidente con un caballo. Las causas nunca han estado del todo claras. Las lesiones en la cabeza le han provocado una pequeña amnesia que aun perdura, pero el equipo médico que la ha tratado aseguró que las heridas que presenta podrían haberse producido por “un impacto potencial” debido al cabezazo o la patada de uno o varios animales. A tenor de los informes de los facultativos, el Palacio de Buckingham llegó a la conclusión de que “es la mejor hipótesis posible” sobre qué es lo que realmente le sucedió a la Princesa.
El hueco que ha la Princesa Real dejó en la agenda durante tres semanas se ha notado y mucho. Solo la semana posterior al accidente tuvo que cancelar hasta nueve compromisos, una cifra muy difícil de igualar por cualquier otro Windsor, por cualquier otro royal. Que es el miembro de la familia que más actos oficiales acumula es algo que dicen las estadísticas desde hace años, pero no es solo una cuestión de números. No en vano la apodan "el arma secreta" del Rey por su incansable dedicación y también por ser una consejera leal, como ya lo fue de su madre, Isabel II.