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El discurso de Leonor en los Premios Princesa de Girona y su homenaje en dos idiomas a los galardonados

La heredera al trono ha presidido por sexta vez esta cita en la que ha conocido inspiradoras historias protagonizadas por jóvenes de su misma generación


10 de julio de 2024 - 21:52 CEST

Los Premios Princesa de Girona han celebrado la tarde de este miércoles su 15ª edición en una ceremonia que ha presidido la princesa Leonor, acompañada de sus padres, los Reyes, y su hermana, la infanta Sofía. Los jóvenes y sus iniciativas de generar un impacto positivo en nuestra sociedad han sido el eje central del acto, que ha contado por sexto año consecutivo con la intervención de la heredera al trono, a la que hemos visto crecer institucionalmente en este marco en el que debutó en 2019 y que supone uno de los compromisos más importantes de su agenda. A través de sus palabras, pronunciadas con gran aplomo y confianza en castellano y catalán, ha contado la inspiradora historia de los ganadores y ha hablado de cómo la fundación que entrega los galardones ha evolucionado con fortaleza, determinación y resultados. A continuación, reproducimos de forma íntegra la intervención de Leonor:

Buenas noches, bona nit desde el corazón de la Costa Brava, aquí, en Girona, un lugar donde la innovación y la belleza se dan la mano para que todos disfrutemos.

Me gustaría compartir con todos vosotros una historia. Os adelanto que no es larga y termina bien. En esta historia de personas excepcionales hay viajes, emociones, determinación y mucho empeño en que las cosas funcionen. Hay promesas, heroínas y héroes, lágrimas e ilusiones. Por haber hay hasta plantitas. Una que se llama arabidopsis thaliana, por ejemplo. Moi las utiliza porque tienen una gran variabilidad genética que podría ayudar a mejorar la adaptación al cambio climático. Él siempre dice que es un biólogo evolutivo de bota, bata y tecla. Y desde Berkeley se asoma al mundo en su MOILAB para pensar global y actuar local.

En això s’assembla a la Susana, que va tornar a Guatemala després d’haver-ho estudiat tot en enginyeria química i nano tecnologia i va decidir donar suport a les nenes i les dones indígenes per tal que tinguin connectivitat i energia. I fer-ho en les seves llengües maies. Amb 14 (catorze) anys va rebre la primera beca, que després van ser moltes més.Gairebé a la mateixa edat, als 15 anys, la Victòria va pujar a un escenari professional ides d’aleshores no ha tornat a sortir d’un set. La seva manera de sentir l’ofici, el seurespecte per la interpretació, li serveixen avui, 20 anys després, per no prendre’s seriosament a si mateixa, agrair el seu èxit i gaudir del “doligust” que les emocions passinpel seu cos com la creadora que és. Continua de gira pel nostre país amb un monòleg, Prima Facie, que parla de violència sexual contra la dona i deixa moltes preguntes a l’airei algunes certeses rotundes. Bé, en Daniel és que ni als 15 (quinze) ni als 18 (divuit) teniales coses clares. Ni tan sols després d’haver començat arquitectura. Però va començar, com ell explica, a sortir del test i va descobrir que el canvi social només es mou a ritme deconfiança. Este artesano social crea alianzas entre el sector público, el privado, la acadèmia, el tercer sector y los barrios, sus comunidades, para vencer la precariedad urbana en el primer mundo. Sí, aquí en España. Y en Francia.

Lo de Antonio tiene que ver también con cambios. Lo explica así: antes de exigir, cambia tú y cambia ya. Es arquitecto como Daniel y descubrió que no hay mayor pobreza material que no tener agua potable para beber, para lavarse, para vivir. Por eso construye pozos, tanques de almacenamiento e infraestructuras de saneamiento en países donde no tienen acceso a agua limpia. Vende agua aquí para regalarles el agua de la vida allí. Resulta desalentador que hoy haya aún 700 millones de personas sin acceso a agua potable. Y lo de Yarivith con la recuperación de metales de alto valor de las baterías de los móviles y los coches eléctricos es casi increíble. Los devuelve a la cadena de producción sostenible y aún tiene tiempo para ir por las escuelas de América Latina para despertar vocaciones científicas y contar con mucho rigor a los pequeños qué es la economía circular. 

Les històries de la Susana, l’Antonio, la Victòria, en Moisés, la Yarivith i en Daniel tenen diverses coses en comú, a més de ser d’èxit i de ser tots de trenta anys. Quan se sentien incapaços, ignorants o petits, van trobar una referència a la qual agafar-se per seguir endavant. Van entendre que no podien avançar sols. Van pensar de forma diferent. Van assumir riscos. Van donar un nou sentit a aquestes paraules: sostenible, accessible, inclusiu. Van descobrir en què eren bons. I on podien aportar. Des de la cultura i el seu imprescindible poder transformador, des de la ciència i la seva vocació per resoldre problemes. I ara són ells els referents de la meva generació. Acabem d’escoltar-los im’impressiona tot el que han aportat amb els seus testimonis. Us admiro i us agraeixo el què feu i com penseu.

Yo tenía tres años cuando mis padres impulsaron esta fundación con el apoyo de muchas empresas e instituciones que creyeron en este proyecto y que hoy, 15 años después, crece con fortaleza, determinación y resultados. El impacto de su actividad es evidente en miles de jóvenes a los que la fundación acompaña para mejorar su formación, encontrar su talento, ampliar su mirada. Con apoyos reales y atención a la educación y la salud mental. Con propósito. Con la utilidad demostrada. Gracias a todos, gracias al equipo, gracias a la generosidad de tantas personas que logran que cada año y en esta ceremonia, los jóvenes sintamos un nuevo impulso, pensemos largo y miremos alto, sin perder de vista la realidad, pero con esperanza y energía para seguir esforzándonos en mejorarla. Muchas gracias. Moltes gràcies.

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