Nadie mejor que doña Sofía para encarnar el nexo entre España y Grecia que representa la exposición de Picasso que ha inaugurado en la isla de Creta. Con el corazón dividido entre los dos paraísos mediterráneos desde su boda con don Juan Carlos en 1962, sabe perfectamente lo hermanadas que están ambas culturas y lo mucho que los grandes artistas se han alimentado de la cultura helena. Esta ha sido una de las diversas citas en clave artística que ha tenido en su viaje a su Grecia natal, donde no se le veía desde finales de enero cuando se unió a la reina Ana María y el resto de la familia real griega para conmemorar el primer aniversario de la muerte de su hermano el rey Constantino.
Aquella ocasión el viaje fue personal y con una enorme carga emotiva para ella. Ahora, sin embargo, viaja a a su país para acudir a varios actos oficiales. El primero de todos tuvo lugar este jueves cuando acudió a la cena con motivo de la inauguración del Museo Arqueológico de Eleuterna, una antigua ciudad griega de Creta. Esta mañana, acompañada por el director del museo, Nikolaus Stampolidis, ha visitado las nuevas excavaciones de la ciudad.
Ya por la tarde ha tenido la oportunidad de contemplar la exposición 'Picasso en Creta: la alegría de vivir' que recopila obras del icónico artista malagueño centrándose en las criaturas de la mitología griega que representó en sus pinturas como el minotauro, los toros, Pan y los faunos. La madre de Felipe VI, de negro pero con una colorida chaqueta a modo de kimono que le daba un toque alegre y moderno, ha recorrido el museo con interés y observando con enorme curiosidad los cuadros, cerámicas y otras obras que unen el arte de los países que componen las dos almas de la Reina. Tras la visita, a cargo del director del museo, ha tenido lugar un concierto del cantante Grecia Giorgos Dalaras. Acompañaba a doña Sofía, la presidenta de la República Helénica, Katerina Sakellaropoúlou, el gobernador de Creta, Stavros Arnaoutakis, el alcalde de Réthymno, George Marinakis, y la hija del pintor, Paloma Picasso, que ha colaborado para hacer realidad esta muestra que consigue conectar el arte a lo largo de la historia.
La exposición incluye 62 obras de Picasso, como cerámicas, dibujos y grabados que creó a lo largo de muchos años representando al Minotauro. También cuenta con 24 artefactos de la colección del Museo Eleuterna, además de una antigua escultura romana de mármol del Minotauro del siglo I d.C., basada en un original griego del siglo V a.C. Esta poderosa obra captura la propia visión de Picasso de la criatura mítica, que apareció por primera vez en su arte en 1928. Otras exhibiciones incluyen 11 dibujos de toros exhibidos con un antiguo toro de cerámica de Eleuterna, 18 pequeños azulejos de cerámica con faunos y sartenes que celebran "la alegría de vivir", seis platos grandes que representan al Minotauro y los toros, y un retrato de Claude Picasso.