En los últimos años en casi todas las cortes europeas se están produciendo los cambios que implica la mayoría de edad del príncipe heredero. Bélgica, Holanda, Noruega, España y Dinamarca están viviendo la llegada de una nueva generación a la institución que algún día tienen que encabezar. Cada monarquía y cada país tienen sus propias tradiciones y costumbres a la hora de introducir y preparar al heredero de la jefatura del Estado, los holandeses suelen brindar años sabáticos antes de entrar a la universidad, mientras que en España la princesa heredera está recibiendo la formación militar más exigente de todas. El caso de Dinamarca es el que está siendo muy comentado en los últimos días después de la graduación del príncipe Christian y, a juzgar por la polvareda que ha levantado en el país, es posible que la institución no calculara bien este paso en la vida del heredero.
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Ha pasado más de una semana desde que el príncipe Christian terminó sus estudios en el Ordrup Gymnasium, situado en Charlottenlund, al norte de Copenhague, y son muchos los medios de comunicación daneses que siguen analizando este tema. Hay que decir que los estudios del hijo mayor de los reyes Federico y Mary lleva años rodeado de polémica, ya que el príncipe heredero primero ingresó en un exclusivo internado privado, el Herlusfholm, esa decisión ya fue controvertida en un país que presume y protege sus servicios públicos y la polémica fue la evidente: ¿debe el futuro rey estudiar con la élite o con los ciudadanos? Federico y Mary tiraron adelante con su decisión pero entonces un informe oficial acusó a ese internado de ser escenario de abusos sistemáticos y de todo tipo. Así fue como el príncipe heredero cambió de planos, dejó la escuela privada y, para evitar reabrir la polémica, ingresó en la prestigiosa escuela pública en la que se acaba de graduar.
Christian hizo lo mismo que el resto de sus compañero: terminó su último examen, lo celebró con su familia y amigos, atendió a los medios de comunicación, lanzó su gorra la aire y se bebió un cóctel en lata mientras circulaba en el tradicional carruaje estudiantil. La polémica surgió entonces en torno a dos factores, la poca información que la Casa Real ha dado del futuro inmediato del que será el futuro jefe del Estado, y el precio de su camisa. Las 12.000 coronas suecas (unos 1.600 euros) que cuesta su camisa de seda de una firma italiana no ha sido bien visto por algunos daneses dada su edad, posición pública y contexto del evento. La experta en comunicación Anna Thygesen reflexionaba en B.T. si es esa imagen “elitista” es la que quiere dar el heredero de “todos” (en esto ponen especial énfasis) los daneses. Así se volvía al dilema de hace unos años de si la institución está formando al heredero para representar al grueso de la ciudadanía o solo a una parte, y si acciones como estas fomentan la distancia con el grueso de los ciudadanos.
El tema se ha comentado en noticias, columnas de opinión, podcast y TikTok para tratar de decidir si el futuro rey, que desde el pasado enero puede actuar como regente, puede o no elegir entre todas las opciones del mercado y si fue inteligente hacerlo. Este dilema ha hecho que todavía se pongan más los ojos sobre su papel de primero en la línea sucesoria tras la abdicación de su abuela, la reina Margarita, el pasado enero.
Sobre su futuro inmediato no hay nada claro de forma oficial, aunque él mismo, cuando atendió a los medios de comunicación de forma amable y cercana, dio alguna pista: “En las próximas semanas, celebraré y disfrutaré del verano y del tiempo libre con mis amigos, mi familia y clase. Probablemente saldré y veré el mundo”. Así que todo apunta a que, igual que otros royals herederos como Amalia de los Países Bajos, se vaya a tomar un año sabático.