El Campeonato de Wimbledon es el torneo de tenis oficial más antiguo del mundo y, para muchos, el de máximo prestigio. Es un lugar codiciado por tenistas y aficionados: para jugar, para ganar, para disfrutar del deporte o para dejarse ver. En esta edición, que comenzó el 1 de julio y se extiende hasta el 14, uno de los temas que está generando más expectación fuera del terreno deportivo es si Kate Middleton acudirá algún día. La princesa de Gales ha hecho suya esta competición y por eso todas las miradas se dirigen continuamente al Palco Real: el espacio más exclusivo dentro del campeonato más exclusivo. ¿Cómo funciona el Royal Box? ¿Las entradas salen a la venta? ¿Quién se sienta allí? ¿Hay código de vestimenta? Veamos…
El Royal Box tiene los mejores asientos de la cancha central, una ubicación privilegiada que no está a la venta, ya que este lugar se creó en 1922 para el entretenimiento de familiares, amigos, socios y personalidades relevantes. Muestra de ello es que en el primer día ya se han sentado allí dos “Sir”, es decir, dos caballeros de la Orden del Imperio Británico por decisión de Isabel II, hablamos de David Beckham, el futbolista, y David Attenborough, el divulgador científico y naturalista, ambos muy bien relacionados con la realeza y personalidades destacadas del Reino Unido por méritos propios. No han sido las únicas caras conocidas en disfrutar de los primeros partidos del campeonato de tenis, pero si fueron los únicos invitados al Palco Real, en una jornada en la que también estuvieron, entre otros, el príncipe Pablo de Grecia con su hija Olimpia y el promotor inmobiliario Charles Delevigne con su hija Poppy.
En total este palco tiene 74 asientos de mimbre (nada de butacas plegables como el resto) y es el director del All England Club, el club privado de tenis fundado en 1868, con sede en Wimbledon y del que Kate Middleton es patrona desde el 2017, el que decide a quién se invita y a quién no en base a las sugerencias de los miembros del Comité Organizador del Campeonato. La costumbre es que allí se sienten, en primera fila, los miembros de la Familia Real británica, realeza extranjera y jefes de Estado. Ese es, por tanto, el lugar que ocupan los Windsor más aficionados a este deporte que son los príncipes de Gales y sus hijos, la reina Camilla, la princesa Beatriz o el príncipe Michael de Kent. Por esa primera filan han pasado Felipe VI, que el año pasado coincidió en la final con los príncipes de Gales y sus hijos, Federico de Dinamarca o Alberto de Mónaco, entre otros.
También es frecuente que este lugar se ofrezca a determinados jugadores o personalidades del mundo del tenis, en el 2023 vimos al matrimonio Federer junto a Kate, y a familiares de la propia realeza siendo un buen ejemplo los Middleton, que solo se sientan en la primera fila de la Royal Box si van acompañados por la princesa de Gales. Lo mismo ocurre con la reina Camilla y su hermana Annabel Elliot; y sucedió en su día con Diana de Gales y su hermana.
Eso sin olvidar que fue el lugar elegido por la Casa Real británica para hacer la oportuna aparición de Kate Middleton con Meghan Markle en el verano de 2019, cuando era imparable la información de que entre ellas la relación era nula. Ese día la mujer del príncipe Guillermo y la del príncipe de Harry disfrutaron juntas de la final femenina de tenis, en la que estaba jugando Serena Williams, amiga de Meghan. Ese día quedó claro que la Royal Box también es un lugar para dejarse ver, sin embargo, la maniobra para poner paz duró poco, ya que unos meses después estalló todo el conflicto que terminó con la salida de los Sussex de la Casa Real británica.
El Royal Box es como vemos cosa de familia y fue Jorge VI, el abuelo de Carlos III, el que popularizó su presencia allí, después fue su hija pequeña, la princesa Margarita, la que mantuvo la participación, ya que no es ningún secreto que Isabel II prefería los caballos, motivo por el que fue dejando el tenis en manos de otros miembros de la Casa Windsor, eso sí, de alto rango, como son las princesa de Gales, primero Diana, y luego Kate. Conscientes de que la presencia de la realeza es parte del espectáculo y la tradición del único torneo importante que todavía se juega sobre hierba y mantiene costumbres como que los participantes vistan de riguroso blanco.
Los jugadores no son los únicos que deben ceñirse a un código de vestimenta: los hombres que ocupen la Royal Box deben hacerlo con traje y corbata, mientras que a las mujeres se les pide que vistan de forma elegante y sin sombreros que dificulten la visión, todo lo contrario a lo que sucede en Ascot. Eso sí, si el sol aprieta ese día en Londres será la propia organización la que ofrezca sombreros de ala corta a los ocupantes del palco real, que, una vez finalizado el partido, están invitados a almorzar, tomar el té o unos cócteles en el Clubhouse.
Brad Pitt, Tom Cruise, Guy Ritchie, Anna Wintour, Rachel Weisz, Daniel Craig, Hilary Swank, Chris Hemsworth o Elsa Pataky, entre otros, han pasado por un Palco Real en el que, por otro lado, las caras conocidas son una excepción ya que el grueso de las invitaciones recae en personas poco conocidas pero destacadas en su ámbito o bien relacionadas, como son socios comerciales, determinados miembros de las fuerzas armadas, alguna organización de medios de comunicación y -así lo explican desde el propio torneo de Wimbledon- partidarios del tenis británico en general.