Todo comenzó el pasado 8 de mayo cuando, dentro del coche de su madre y desde el asiento del copiloto, un jovencito de nueve años publicaba el siguiente mensaje en su perfil público: "Metido en un atasco desde hace dos horas. No podré asistir a la fiesta en el jardín del Rey", decía. Aquel lamento no quedó en vano, puesto que rápidamente obtuvo respuesta por parte de la cuenta oficial de Carlos III y la reina Camilla: "Sentimos oír eso, Tony. También estábamos deseando verte. ¿Te apetece volver a intentarlo otro día? Déjanoslo a nosotros...", le contestaban.
Dicho y hecho, este pasado miércoles se producía la ansiada visita del pequeño a Buckingham Palace, una cita privada con la esposa del monarca para tomar el té con pastas. Al pequeño Tony Hudgell se le unía entonces en dicha aventura otra niña tan especial como él, Lyla Donovan de once años, quien tampoco había podido acudir meses atrás al evento por problemas de salud. Mientras que él tiene una discapacidad por la amputación de las dos piernas que sufrió siendo un bebé, a ella le diagnosticaron un tumor cerebral poco común.
Nada más llegar a la denominada Casa de Verano de los jardines de palacio, eran recibidos con los brazos abiertos por parte de la Reina, quien estuvo muy pendiente de ellos en todo momento y charlando animadamente. Los niños, que también estaban acompañados por sus respectivas familias, pudieron degustar diferentes tipos de sándwiches, bollos y las llamadas King's, que son las galletas de helado que tiene el dibujo de la Guardia Real.
La cosa no quedó ahí, puesto que Tony fue condecorado y recibió en ese encuentro la Medalla del Imperio Británico de manos de Camilla, gracias al excepcional trabajo y aportación que hace la fundación que lleva su nombre. Una organización sin ánimo de lucro que ha logrado recaudar casi 2 millones de libras esterlinas (unos 2.360.000 euros) para el Hospital Infantil Evelina de Londres, centro que además tiene a la princesa de Gales, Kate Middleton, como patrona.
Desde que se conoció la increíble historia de superación del pequeño, el país entero quedó conmocionado tras revelarse que este había sido agredido brutalmente por sus padres adoptivos -encarcelados a día de hoy- cuando apenas contaba con un mes de vida. Numerosas fracturas que le provocaron un fallo orgánico múltiple, del que salió vivo pero sin poder ya caminar jamás por su propio pie. A partir de ahí, creció en un nuevo hogar junto a su familia adoptiva y poco a poco volvería a andar con ayuda de las prótesis, lo que le hizo ganarse el aplauso y el asombro de todos sus compatriotas.
Volviendo a su entrañable cita con la reina Camilla, cabe destacar que Tony y Lyla también disfrutaron de un recorrido en carruaje y pudieron ser testigos del Cambio de Guardia en el interior del patio delantero del palacio, así como dar un paseo por las Caballerizas Reales. "Nos han hecho sentir muy especiales y estamos profundamente agradecidos por esta invitación", dijo la pequeña al respecto. Por su parte, Tony y los suyos se mostraron emocionados y elogiaron el trato tan cercano y cariñoso que les dispensó la mujer del soberano. "Ella hablaba con él como si fueran amigos de toda la vida", contó Paula, madre adoptiva del pequeño.