Kate Middleton reapareció tras seis meses sin verla en público en el desfile con motivo del cumpleaños del Rey, pero el mensaje fue claro. No se trataba de una vuelta a sus actividades institucionales, sino un compromiso puntual que se sentía con ánimo y fuerzas de afrontar. No obstante, en el mensaje con el que anunció su reaparición dejaba la puerta abierta a que vuelva a participar en algunos actos a lo largo del verano y ese momento podría llegar más pronto de lo esperado y en un escenario querido y conocido para ella: Wimbledon.
El campeonato de Wimbledon se disputa en Londres hasta el 14 de julio y la princesa de Gales, como patrona del All England Lawn Tennis and Croquet Club que organiza el torneo, suele ser la encargada de entregar los trofeos a los ganadores y así prevén que siga siendo en esta ocasión. La directora del club, Debbie Jevans, confía en su presencia, aunque con la máxima prudencia. "Esperamos que la princesa de Gales pueda presentar los trofeos como patrona del club, pero su salud y recuperación es la prioridad. No sabemos lo que sabemos. Todo lo que hemos dicho es que trabajaremos con ella y le daremos tanta flexibilidad como sea posible", ha dicho en declaraciones al Telegraph Sport. En cualquier caso Jevans asegura que a día de hoy no hay ningún plan B en caso de que Kate no pueda acudir: "No sé quién presentaría los trofeos como alternativa. Eso es algo que consideraremos más adelante si fuera necesario. Nos mantenemos flexibles. Cuando sepamos algo, pensaremos qué es lo que debemos hacer".
La princesa de Gales entrega estos premios desde hace ocho años sin interrupción, aunque en las gradas lleva siendo habitual desde mucho tiempo atrás. Además de ser patrona del All England Club es una gran aficionada al tenis e incluso la hemos visto pelotear con el mismísimo Roger Federer. Sin embargo, nunca se había enfrentado a circunstancias tan excepcionales como en las que se encuentra, por lo que en ningún caso se hubiese cuestionado su ausencia. Que Kensington no haya confirmado ya que Kate no podrá presidir la entrega de premios en esta ocasión como de costumbre, es sin duda, un indicativo de que su voluntad es cumplir con este compromiso un año más. La flexibilidad que prometen los organizadores del torneo es clave para ello, ya que es probable que cuente con bastantes restricciones médicas en cuanto a esfuerzos físicos, contacto con multitudes o tiempo de exposición.
Su presencia o no en el torneo de Wimbledon llegaría aproximadamente un mes después de su esperadísima reaparición en el Trooping the Colour, una cita de enorme valor para la Monarquía. El significativo acto, además, no requería demasiada exigencia física, ni contacto con la gente a pie de calle. Allí Kate volvió a demostrar que sigue siendo la joya de la corona y que su popularidad sigue intacta a pesar de las turbulencias personales e institucionales. "Estoy aprendiendo a ser paciente, especialmente con la incertidumbre. Tomando cada día como viene, escuchando a mi cuerpo y permitiéndome tomar este tiempo tan necesario para sanar", dijo en el mensaje personal con el que anunció que asistiría al desfile por el cumpleaños del Rey. Como se desprende de estas palabras, la princesa de Gales demostró serenidad, también un crudo realismo y, sobre todo, ánimo por dar pasos adelante, siempre al ritmo que su cuerpo le pida.