Felipe VI ha aprovechado la buena temperatura de estos días para disfrutar de uno de sus deportes favoritos en Aramón-Formigal, en el valle de Tena del Pirineo aragonés. El monarca ha retomado la tradición de reservarse un fin de semana durante los primeros meses del año para hacer este viaje y así poder deslizarse por los más de 130 kilómetros de la estación. Y, como también es costumbre, lo ha hecho en compañía de sus amigos, entre los que se encuentra el presidente ejecutivo de Aramón, Antonio Gericó, y con la ausencia de la reina Letizia.
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En torno a las 10:30 horas, don Felipe ha accedido a la estación junto a sus compañeros. Tras cruzar los tornos, el monarca — que ha lucido una equipación compuesta por un pantalón y una chaqueta a juego de color negro y detalles en rojo — se ha ajustado las botas y se ha colocado correctamente los esquís. A continuación, ha esperado el telesilla y se ha montado en él para posteriormente deslizarse por las pistas, que este fin de semana están perfectas, ya que cuentan con espesores de entre 75 y 230 centímetros. La última vez que le vimos disfrutando de esta pasión fue en Baqueira hace poco menos de un mes como publicamos, en imágenes exclusivas, en ¡HOLA!, el pasado mes de febrero.
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