El año 2023 será recordado por eventos históricos de la realeza como la coronación de Carlos III o grandes bodas reales como la del heredero de Jordania, pero también ha sido el año en que no pocos príncipes y princesas han alcanzado la mayoría de edad. Algunos, como la princesa Leonor, están llamados a reinar y en sus cumpleaños se impone la institucionalidad, mientras que otros como Alexia de los Países Bajos, han podido celebrarlo de manera más íntima. Una generación royal se ha hecho mayor ante nuestros ojos y son muchas las cosas que han cambiado para ellos.
La princesa Leonor y su año decisivo
Los 18 años son una edad clave para cualquier adolescente, sobre todo si va a heredar la Corona de un país, como es el caso de Leonor. Inevitablemente su camino durante este 2023 estaba escrito. Tras finalizar sus estudios en el UWC Atlantic College de Gales, le esperaba el Ejército, la institución ante la que un día estará al frente. En la Real Academia Militar de Zaragoza la vimos como nunca, enfundada en su uniforme de dama cadete, fusil en mano, practicando maniobras y, finalmente, jurando Bandera.
Muchas cosas ya habían cambiado en la vida de la heredera cuando el 31 de octubre alcanzó los 18 años. La fecha estaba marcada en rojo en el calendario. Era el día de la Jura de la Constitución Española, una jornada histórica que comenzó en el Congreso de los Diputados y culminó con un almuerzo de gala en el Palacio Real. Por la tarde los actos institucionales dejaron paso a una celebración privada en el Palacio del Pardo, a la que se unieron sus abuelos, incluido don Juan Carlos, muchos de sus tíos y primos, y la familia Rocasolano. Además acudieron varios miembros de la casa real griega y la búlgara casi al completo.
Christian de Dinamarca y su inolvidable fiesta de cumpleaños
No ha sido la única futura Reina en cumplir 18 años, Christian de Dinamarca lo hizo solo unas semanas antes. El príncipe danés también contó con unas celebraciones que iban mucho más allá de la esfera privada y que culminaron con una cena de gala a la que acudieron representantes de varias monarquías europeas. La fiesta, que ofreció un verdadero desfile de tiaras, nos dejó una foto histórica de cinco futuros reyes. Junto a Christian posaban, Amalia de los Países Bajos, Ingrid de Noruega, Estelle de Suecia y Elisabeth de Bélgica. De este club de los futuros monarcas, solo faltaba la princesa Leonor. Además de esta magnífica reunión de royals, también estaban entre los invitados una representación de organizaciones juveniles del país, así como jóvenes que hayan destacado en el deporte, el arte o la cultura. Además, han cenado en palacio 200 personas de la misma generación del Príncipe procedentes de todos los municipios de Dinamarca así como Groenlandia y las Islas Faroe.
Alexia de los Países Bajos y la madurez de la 'princesa rebelde'
Alexia de los Países Bajos es la segunda hija de los Reyes Guillermo y Máxima y ve más lejana la posiblidad de sentarse en el trono. Aún así, la mayoría de edad se ha dejado notar en la agenda de una Princesa a menudo catalogada como "rebelde". Este sambenito es el sino de muchos hermanos de herederos, a veces merecido y otras veces simplemente fruto de una adolescencia demasiado pública. Al cumplir los 18 años, el Rey la condecoró con la gran cruz de la Orden del León holandés, la nombró dama de la Orden del León de Oro de Nassau y puede usar, por Real Decreto, su propio emblema.
Poco después llegó su primer acto en solitario. Fue la encargada de inaugurar una embarcación en Rotterdam perteneciente a la asociación juvenil Young Van Oord y confió en un diseño de su madre para ese importante estreno. No en vano es la que más se parece a la reina Máxima de sus tres hijas. Días después, Alexia debutó en el Día del Príncipe, como se llama a la apertura del Parlamento. De largo y con un sofisticado tocado, la mediana de los Orange se unió a sus padres y a su herman mayor en este acto con gran peso histórico e institucional.
Hashem de Jordania y la otra gran celebración de la corte Hachemita
La corte jordana no ha dejado de sumar motivos de celebración. Los reyes Abdalá y Rania vivieron con emoción las bodas reales de dos de sus hijos, la princesa Imán y el heredero, el príncipe Hussein, pero antes que todo eso, ya celebraron una fecha clave para el benjamín de la familia. Hashem de Jordania alcanzó la mayoría de edad en enero, el mismo día que su padre sopló 61 velas. Fue el primer príncipe en entrar en el 'club de los 18'. Recién graduado de la escuela secundaria, siempre ha sido un royal muy discreto, pero este año en su agenda también quedó patente que se ha hecho mayor. Este paso adelanto se vio reflejado cuando acompañó a sus padres en su visita oficial a España el pasado mes de junio.
Emmanuel de Bélgica y su pasión por el saxofón
El mismo mes en el que cruzaron el umbral de la mayoría de edad la princesa Leonor y el príncipe Christian, lo hizo también Emmanuel de Bélgica, el tercero de los cuatro hijos de los reyes Felipe y Matilde. Ahora que ya ha abandonado la niñez, es cada vez más evidente el gran parecido a su padre con el comparte gustos y e intereses como su inclinación por las causas sociales. Además es un enorme deportista y apasionado de la música. Le encanta tocar el saxofón, instrumento que además se inventó en la ciudad belga de Dinant, y ha demostrado su talento en el tradicional concierto de Navidad que se hace en el Palacio Real de Bruselas. Actuó en esta cita con su hermana menor, la princesa Éléonore, que tiene 15 años y toca el violín desde que tenía cuatro años.
Sverre Magnus de Noruega y su faceta más divertida
El último en entrar en el club de los 18 ha sido Sverre Magnus de Noruega, uno de los príncipes menos conocidos del panorama Royal. Es el segundo hijo de Haakon y Mette-Marit de Noruega y siempre se le ha visto como un chico tímido y formal que tampoco ha protagonizado nunca ninguna polémica. Su mayoría de edad no solo han supuesto un paso al frente para él, también ha permitido que conozcamos más a este príncipe nórdico.
Su cumpleaños, hace apenas un mes, estuvo dotado de un despliegue como no es habitual en los festejos de alguien que solo reinaría por un capricho del destino, ya que es el cuarto en la línea sucesoria. Aun así se organizó un almuerzo real con 70 personas y su abuelo, el rey Harald, le concedió la Gran Cruz de la Real Orden de San Olav. También protagonizó una curiosa entrevista en la que respondía a las preguntas de su hermana, la princesa Ingrid. Así descubrimos que es un joven muy divertido que está deseoso de sacarse el carnet de conducir. Al final, el nieto del rey no deja de ser un chico de 18 años.