Nacieron en Navidad, pero sus vidas no siempre estuvieron rodeadas de la ‘magia’ que caracteriza estas fechas. Algunos de ellos tuvieron que hacer frente a un turbulento reinado. Otros no estaban llamados al trono y, por un capricho del destino, recayó sobre ellos todo el peso de la corona. De lo que no cabe duda es que, más allá de su azarosa existencia, todos tienen algo en común: se convirtieron en algunos de los personajes más fascinantes de la historia de la realeza. De Sissi Emperatriz al rey Juan ‘Sin Tierra’ de Inglaterra, descubrimos los bebés navideños del mundo royal.
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Juan I de Inglaterra (Juan ‘Sin Tierra’)
Juan I de Inglaterra era el más pequeño de cinco hermanos. Hijo de una de las parejas más poderosas del Medievo -Enrique II de Inglaterra y Leonor de Aquitania-, llegó al mundo el 24 de diciembre de 1166. Nada hacía presagiar que acabaría ocupando el trono, y, mucho menos, que su reinado sería uno de los más turbulentos de la historia de Inglaterra. A la muerte de su hermano Ricardo I, el 6 de abril de 1199 -a quien arrebató el trono cuando se marchó a las Cruzadas para después pedirle perdón y convertirse en su heredero-, se puso al frente de un imperio que incluía no sólo Inglaterra, sino la mitad de Francia y partes de Irlanda y Gales. Además de hacer frente a los constantes conflictos dentro de su vasto territorio -con los franceses y con sus propios barones-, Juan partió con desventaja: el legado dejado por su propio hermano, quien se ganó el nombre de Ricardo ‘Corazón de león’ por su valentía y destreza en el campo de batalla. A él, en cambio, se le conoce como Juan ‘Sin Tierra’ -bien porque no se esperaba que llegase a reinar o por los problemas que tuvo con los galos-, y leyendas como la de Robin Hood lo han retratado como un rey inepto e incluso malvado. Una imagen negativa que, según muchos historiadores anglosajones, podría ser el motivo por el que es el primero y el último de su nombre -ningún otro rey se ha llamado así-.
Sissi, la última gran emperatriz de Europa
Que Sissi continúa fascinando al mundo, aun habiendo transcurrido más de un siglo de su muerte, no es ningún secreto. La vida de la que fuera conocida como la ‘mujer más hermosa de Europa’, marcada por las desgracias familiares, ha sido llevada tanto a la pequeña como a la gran pantalla en numerosas ocasiones. Y lo que pocos conocen es que Elisabeth Amalie Eugenie nació el 24 de diciembre de 1837. Duquesa de Baviera, fue emperatriz ‘por sorpresa’, tras contraer matrimonio con su primo, Franz Joseph I en 1854, pero lo cierto es que lo suyo distó mucho de ser una historia de cuento de hadas. Fue una mujer adelantada a su tiempo, que nunca terminó de encontrar su sitio en la rígida corte de Viena -había crecido en un ambiente relajado y prefería estar en contacto con la naturaleza-. La muerte de su hija Sofía -contrajo disentería y murió en Budapest el 29 de mayo de 1857- la sumió en una profunda depresión; y el fallecimiento de su hijo Rodolfo -que apareció muerto en el pabellón de caza de Mayerling con su amante- en 1889 fue otro duro golpe al que no pudo sobreponerse. El 10 de septiembre de 1898, un anarquista italiano, Luigi Lucheni, clavaba un estilete muy cerca del corazón de Sissi. Un trágico final para la última gran emperatriz del continente europeo.
Jorge I de Grecia
El 24 de diciembre de 1845 llegó al mundo en Copenaghe Guillermo de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, era el segundo hijo del príncipe Christian de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg y Luisa de Hesse-Kassel. Aunque nació como príncipe danés, en un sorprendente giro del destino, se convirtió en rey de los helenos. Apenas tenía 17 años cuando fue elegido por el parlamento del país, tras la deposición del rey Otón.
Conocido como el rey Jorge I, su gobierno fue exitoso, pero marcado por la inestabilidad política en los años posteriores. En 1913, justo antes de su jubileo de oro, fue asesinado a tiros por un hombre en Tesalónica que afirmó que había actuado después de que el rey se negara a darle dinero. Entre sus descendientes está el rey Felipe VI.
Alejandrina de Dinamarca, el orgullo del pueblo danés
La abuela de Margarita de Dinamarca nació la víspera de Navidad de 1879. Ocupó el trono danés junto a su marido, el Rey Cristian X, durante 35 años; y se ganó el cariño y admiración de sus súbditos como pocos soberanos. Aunque, al principio, Alejandrina de Dinamarca fue recibida, quizá, con algo de recelo, por su origen alemán, su apoyo y lucha contra el régimen nazi la convirtieron en una de las figuras más queridas de Dinamarca. Durante los años de ocupación alemana, se puso al lado de su pueblo -llegó a estar presente en las oficinas de reclutamiento animando a los jóvenes a incorporarse al ejército-, y siempre se posicionó junto a los más desfavorecidos. De hecho, en el año 1914, fundó la asociación ‘Dronningens Centralkomité’ para atender a las familias más pobres del país, apoyando la educación de los miembros más jóvenes e impulsando la integración laboral de los adultos.
Mariana de Austria, la ‘reina desdichada’
Aunque nació el 24 de diciembre de 1634 en el palacio imperial de Viena, Mariana estaba llamada a jugar un importante papel en la historia de nuestro país. Fue la segunda esposa de Felipe IV -se casaron en 1649-, quien buscaba un heredero varón para el trono de España. Tras la muerte de su marido, en 1664, se convirtió en reina regente de su hijo, Carlos II, quien no contaba ni cuatro años cuando ascendió al trono. Sin embargo, el suyo no fue un reinado dulce. Más bien al contrario. A la ‘reina desdichada’ le tocó ponerse al frente de un país sin tener apenas experiencia política, lo que le granjeó muchas críticas.