La Familia Real de Jordania cuenta las horas para una celebración muy esperada: el enlace del príncipe Hussein y Rajwa Alseif, que tendrá lugar este jueves 1 de junio. Antes de la ceremonia religiosa, que se desarrollará en el Palacio de Zahran, el rey Abdalá ejerce como anfitrión la tarde de este miércoles en una cena previa a la boda de su primogénito con más de 4.000 asistentes que representan todos los segmentos de la sociedad del país. El escenario para esta cita es Madareb Bani Hashem, donde hace una semana se llevó a cabo la emotiva fiesta de la henna.
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El momento más emotivo ha sido cuando, antes del banquete, el príncipe Hussein ha recibido un regalo muy significativo de su padre. El rey Abdalá le ha entregado la espada hachemita, que es un símbolo de justicia y es una copia de la Abdalá I, fabricada en 1916. Se ha hecho expresamente para este acontecimiento con hierro extraído de las piedras que rodean el castillo de Ajlou. "Hace 28 años, nuestro señor todopoderoso me bendijo con Hussein, y hoy estoy orgulloso de él. Estoy orgulloso de su determinación y gran ambición por su país y su amor y devoción por su familia", ha dicho sobre el mayor de sus cuatro hijos.
Durante la primera parte de la celebración se han hecho actuaciones que ponen de relieve la rica y diversa historia cultural de Jordania. Además, se ha recitado poesía nabatí y ha sonado en directo un laúd. El monarca ha organizado esta velada siempre guiado por la tradición. Es por eso que el plato principal del menú que se sirve es el mansaf, que forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO y procede de la tradicional gastronomía beduina. Considerado un símbolo de la hospitalidad y la camaradería jordanas, se sirve en ocasiones especiales y consiste en cordero sazonado con hierbas aromáticas y yogur seco. Se sirve en un plato grande con una guarnición de arroz, almendras y piñones.
La lista de invitados incluye miembros de la Familia Real hachemí, representantes de las tribus de la nación, así como de las comunidades circasiana y chechena de Jordania, miembros de organizaciones de la sociedad civil, empresarios, figuras juveniles, funcionarios gubernamentales anteriores y actuales, así como miembros del ejército y la seguridad. Una ocasión única para brindar por la boda del futuro rey y su esposa, cuyo compromiso fue anunciado el pasado mes de agosto, tras una relación que habían mantenido en la más estricta intimidad.
Cumbre royal para la boda del heredero
Las calles de Amán, la capital de Jordania, se engalana con banderas y otras condecoraciones para recibir la boda, que va a numerosos miembros de la realeza como don Juan Carlos y doña Sofía; los reyes Guillermo y Máxima de Países Bajos; el rey Felipe de los belgas; Hisako y Tsuguko de Japón; Federico y Mary de Dinamarca, Haakon y Mette-Marit de Noruega; Victoria y Daniel de Suecia. Además, Elisabeth de los belgas y Amalia de Países Bajos, ambas princesas herederas, estarán también presentes, dando así un paso más en su creciente presencia internacional después de asistir a la recepción previa a la coronación de Carlos III. Entre los invitados también se encuentra Miriam de Ungría, que ahora forma parte de la Familia Real hachemí por su enlace con el príncipe Ghazi bin Muhammad, primo hermano del monarca.