La realeza se ha reunido en Atenas para despedir en un funeral privado pero con gran repercusión pública a Constantino de Grecia, el último Rey de los helenos, que fue monarca durante nueve años hasta que tuvo que exiliarse en 1967. La imponente Catedral de la Anunciación de Santa María, más conocida como la Catedral Metropolitana, ha sido el escenario elegido para rendir tributo al hermano de doña Sofía, que falleció el 10 de enero a los 82 años. El último adiós al antiguo soberano heleno ha sido una ceremonia religiosa, celebrada por el rito ortodoxo.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
PINCHA AQUÍ PARA VER TODAS LAS FOTOS DE LA GALERÍA
Con media hora de retraso sobre el horario establecido, las 12:00 hora local (11:00 en España), ha dado comienzo la misa exequial del Rey que subió al trono con 23 años, en 1964 y que se marchó de su país unos años después para regresar con 73 convertido en el último monarca de los helenos. El centro de Atenas ha estado cortado al tráfico y con un fuerte despliegue policial debido a la presencia de jefes de Estado llegados de toda Europa a esta esta ceremonia fúnebre, que ha sido preparada al detalle por los hijos mayores del difunto Rey, los príncipes Pablo y Nicolás, y los sacerdotes del templo.
El féretro, envuelto en la bandera del país, ha llegado tras un cortejo fúnebre en el que han participado los tres hijos varones del depuesto Rey, procedente de la cercana iglesia de San Eleftherios donde ha quedado instalada la capilla ardiente horas antes para que los ciudadanos, que han formado largas colas desde el amanacer, pudieran mostrar sus respetos. Una vez colocado en el catafalco, los hijos de Constantino se han santiguado y han colocado una corona de flores de su madre con la siguiente inscripción: "Tu amada Ana María". Además figuraban las condecoraciones que recibió en vida. La familia había solicitado que en lugar de flores se enviasen donaciones a las siguientes organizaciones benéficas: Casa de Huéspedes Elpida, Axion Hellas y la Fundación Aurora. Aún así, han sido multitud las coronas de flores recibidas, incluídas las de la reina Ana María, don Juan Carlos y doña Sofía y los reyes Felipe y Letizia.
- El feliz acontecimiento en el que vimos por última vez a Constantino de Grecia
Doña Sofía, muy emocionada durante toda la ceremonia, ha llegado acompañada por su marido, don Juan Carlos, que portaba en la solapa de su chaqueta la insignia del Toisón de Oro y ha mostrado sus respetos delante del féretro de su cuañado. Tras ellos, las infantas Elena y Cristina y sus hijos. Todos ellos han ido ocupando su lugar en dentro de la catedral. Después ha sido el turno de los jefes de Estado entre los que se encontraban los reyes Felipe y Letizia.
Por decisión del Gobierno griego, el tío de don Felipe no ha tenido un funeral de Estado ni con honores, pero sí ha sido homenajeado por buena parte de las monarquías europeas que no han dudado en desplazarse hasta Atenas para arropar a la reina Ana María, con la que se casó en este mismo templo hace 58 años, a sus hijos y a sus hermanas la reina Sofía y la princesa Irene, muy unidas a él.
Además de los reyes Felipe y Letizia se encontraban entre los cerca de 200 invitados, Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, Margarita de Dinamarca -acompañada por la princesa Benedicta y sus hijos los príncipes Federico y Joaquín- o Haakon y Mette- Marit de Noruega. El gobierno griego también decidió aumentar su representación y además de la ministra de Cultura, Lina Mendonis, ha acudido el vicepresidente, Panagiotis Pikrammenos, y otras personalidades del mundo de la política.
El arzobispo Hieronymos, encargado de oficiar la misa exequial ortodoxa, se ha colocado en la Puerta Hermosa mientras que a la derecha e izquierda se colobana los sumos sacerdotas sinodales, miembros del Santo Sínodo Permanente. A ambos lados del trono ha estado situado el coro del templo. A la derecha del féretro, la familia, mientras que a la izquierda, los antiguos jefes de Estado y los príncipes herederos. En la primera fila se ha sentado la familia de Constantino y sus hermanas, la reina Sofía y la princesa Irene. Detrás de ellos, el resto de la familia, unas 30 personas entre nietos y primos. A la izquierda, los miembros de la realeza.
La celebración religiosa ha estado basada en himnos y salmos que ensalzan las alabanzas de Dios y su infinita bondad. Para la Iglesia Ortodoxa las honras fúnebres son un ejemplo de cómo la teología influye en la manera de entender la vida y la muerte de forma natural.
En un momento de la celebración religiosa, el príncipe Pablo, actual jefe de la Casa Real griega, se ha levantado y ha tomado la palabra para recordar a su padre. Unas palabras, primero en griego y luego en inglés, que han conmovido a buena parte de los presentes. "Vivirás para siempre en nuestros corazones", ha comenzado el Príncipe con la voz quebrada. "Glorificaste al país con la medaalla de oro olímpico en 1960 , le pusiste honor a nuestra bandera azul y blanca y a nuestra patria. Fue una feroz batalla de mente y cuerpo en el mar hasta el final. Fue un momento difícil, padre, cuando ascendiste al trono. El resultado fue algo que nadie quería. Desde el primer momento resististe con vigor y buscaste la manera de derrocar a los golpistas. Tu intentó fracasó, pero no querías convertirte en la causao de un nuevo derramamiento de sangre quedándote en Grecia. Siempre fiel al legado de tu padre, aceptaste la decisión del pueblo griego (...) La familia lo era todo para ti y nuestra madre. Siempre has creído que es la base de la sociedad, juntos creasteis una gra familia que estaba indisolublemente unida por el amor, el concepto de deber a la patria", dijo. Tras su intervención, su madre le ha dado la mano.
La medalla olímpica en vela
Antes de retirar el féretro, los hijos de Constantino de Grecia han recogido las condecoraciones, entre las que se encuentra su medalla de oro conseguida en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960, que han repartido entre los nueve nietos del Rey, los cinco hijos de Pablo y Marie Chantal (Olympia, Constantino, Achileas, Odysseas y Aristides) y los cuatro de la princesa Alexia y el español Carlos Morales (Arrietta, Ana María, Carlos y Amelia). A continuación, los restos sin vida del útlimo rey de los helenos han salido de la Catedral seguidos por su familia y ante los vítores de los ciudadanos que se agolpaban en los aledaños. A continuación se han introducido en un coche con rumbo a Tatoi, donde han sido enterrados.
La liturgia del funeral ortodoxo tiene sus orígenes en el siglo V y se ha ido enriqueciendo a lo largo de las décadas con oraciones que permiten profundizar en el sentido y significado de la vida y ayudar a canalizar las emociones y el dolor que se desencadena en los seres queridos del difunto y subraya que la muerte no es el final, sino el principio de la vida eterna.
La primera parte de la celebración es el Trisagio, un himno en honor de la Santísima Trinidad, en el que se recitan versículos del salmo 119. Después le siguen las Alabanzas (Evlogetaria), el Kontakion e himnos durante este parte el arzobispo pone incienso sobre el altar, los icones y el fallecido. Es en ese momento cuando se pronuncian los himnos Idiomela cantados en los ocho tonos. Después, le ha seguido la lectura de los Tesalonicenses, de Juan y las letanías y oraciones de despedida con el beso de la paz. El arzobispo ha invitado a besar al difunto en señal de despedida mientras el coro ha interpretado canciones.
En último lugar, el oficiante ha ungido el cuerpo con los Santos Óleos y con tierra haciendo la señal de la cruz sobre él, mientras ha recitado los salmos y ha cerrado la misa con el capítulo del Génesis “polvo eres y en polvo te convertirás”.
Los restos mortales de Constantino de Grecia ya descansan en el cementerio de Tatoi, antigua residencia de la Familia Real helena, donde están las tumbas de sus antepasados.