Kako de Japón no para de protagonizar actos oficiales. La princesa, que cumplirá 28 años el 29 de diciembre, se ha convertido en la estrella de la Casa Imperial nipona. La hija mediana del príncipe heredero de Akishino y sobrina del emperador, tiene cada vez un mayor protagonismo en la agenda institucional tras la marcha de su hermana, Mako, que abandonó sus funciones como Princesa para poder casarse con un hombre que no tenía sangre azul.
PINCHA AQUÍ PARA VER TODAS LAS FOTOS DE LA GALERÍA
El último compromiso en el que se ha visto a Kako ha sido en una visita a la ciudad de Kasugataisha, que cuenta con un santuario sintoísta que fue fundado en el 768 y reconstruido varias veces a lo largo de los siglos. La Princesa quedó maravillada por esta construcción y atendió las explicaciones con gran interés de uno de los lugares más antiguos del país que destaca por sus más de mil preciosas lámparas de bronce en la zona del salón principal.
- Así es la vida de Mako de Japón un año después de la decisión que lo cambió todo
- El nuevo trabajo de Mako de Japón tras renunciar a su título de Princesa por amor
Kako optó para la ocasión por un vestido largo en color azul celeste, guantes y sombrero. Así como un abanico en color claro, collar de perlas y un broche. En otro momento de la visita se cambió de ropa y se puso un vestido corto en rosa empolvado con complementos en color blanco.
Desde que hace un año, la princesa Mako se casó con Kei Komuro, tras una discreta boda que estuvo rodeada de polémica, la Casa Imperial se ha quedado algo mermada de miembros. En Japón, las damas de la realeza que se casan con plebeyos quedan automáticamente apartadas y pierden sus títulos. Algo que no sucede con los varones que sí pueden contraer matrimonio con mujeres ajenas a la realeza sin perder sus privilegios. En el caso de Mako y Kei, además, ya no viven en Japón, sino en Nueva York, donde él ejerce como abogado y ella trabaja en el Museo Metropolitano de Arte Moderno (MOMA).
Más allá de sus funciones públicas, tanto Mako como Kako tenían una relación de hermanas envidiable. Son de edades parecidas y la despedida que protagonizaron, tras la boda de la hija mayor del príncipe heredero, fue muy emotiva y cargada de significado. La princesa Kako, que de niña fue una experta en patinaje sobre hielo, estudió en la Universidad de Gakushuin (Tokio) y en agosto de 2014 realizó un examen para entrar en la International Christian University, la misma a la que fue su hermana mayor. Tres años más tarde se fue a Reino Unido para estudiar en la Universidad de Leeds Interpretación y Psicología. Además, domina el lenguaje de signos.