La polémica suscitada a raíz de la decisión de Margarita de Dinamarca de retirar el título de príncipes a parte de sus nietos ha vuelto a poner de actualidad los modelos de monarquía que quieren las Casas Reales para el presente, pero también para el futuro como una forma de asegurar la institución, darle continuidad y adecuarse a los nuevos tiempos. Los Reyes ya no quieren a un sinfín de príncipes en la Corte, sino pocos miembros, pero que desempeñen al cien por cien sus obligaciones de una manera impecable y ejemplar. Una senda que comenzó Felipe VI cuando accedió al trono y que han seguido otros monarcas como Carlos Gustavo de Suecia, Caros III de Reino Unido y la citada reina Margarita.
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La nueva Familia Real española que se configuró hace ocho años
En el verano de 2014, coincidiendo con la proclamación de don Felipe como monarca, sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, dejaron de formar parte de la Familia Real. Pasaron a tener el mismo estatus que sus tías, las infantas doña Pilar y doña Margarita, hermanas del rey Juan Carlos. Esto supuso que ya no tendrían actos oficiales y, por tanto, dejaban de recibir una asignación por parte de la Casa Real, es decir pasaban a ser familiares del soberano. Unos años antes, en 2011, el marido de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin, fue imputado en el caso Nóos (posteriormente fue condenado a cinco año y diez meses de prisión), y dejó de recibir un sueldo por parte del Palacio de la Zarzuela. Un año después de acceder al trono, el rey Felipe revocó el uso del título de duquesa de Palma a doña Cristina. Esta dignidad le fue otorgada por su padre, don Juan Carlos en 1997 cuando contrajo matrimonio con Iñaki Urdangarin.
Desde la proclamación de don Felipe, la Familia Real pasó a estar constituída por el Rey, la reina Letizia, sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, y los reyes Juan Carlos y Sofía. Desde hace más de dos años, don Juan Carlos vive fuera de España, en Emiratos Árabes Unidos, y aunque sigue siendo miembro de la Familia Real no tiene actos oficiales y no percibe una asignación pública. A raíz de unas informaciones publicadas por The Telegraph, Felipe VI decidió retirar a su padre su salario oficial. En 2019, don Juan Carlos recibió 194.232 euros del erario público.
La transición pacífica de Suecia
Hace tres años, Carlos Gustavo de Suecia anunció importantes cambios en la Casa Real con el propósito de “aclarar qué personas están dentro de la monarquía y qué miembros de la familia harán tareas oficiales como el jefe de Estado o relacionadas con el jefe de Estado”, se anunció en un comunicado. Esto supuso que parte de sus nietos, los hijos del príncipe Carlos Felipe y la princesa Sofia, así como los hijos de la princesa Magdalena y Chris O’Neill ya no pertenecían a la Casa Real. Desde 2019, los príncipes Alexander, Gabriel, Leonore, Nicolas, Adienne ya no tienen el tratamiento de Altezas Reales, aunque mantienen los títulos de duques y duquesas que su abuelo, el Rey, les concedió. De esta manera “Su Majestad el Rey y su Alteza Real la princesa heredera, junto con Su Majestad la Reina y su Alteza Real el príncipe Daniel, son los principales representantes de Suecia en el país y frente a otros estados”. Los príncipes Carlos Felipe, Sofia y Magdalena sí que han mantenido sus títulos y participan de la agenda institucional.
Horas después de que se hiciera público este comunicado, los príncipes Magdalena y Carlos Felipe se pronunciaron sobre la decisión de su padre que recibieron de buen agrado. “Esta decisión ha sido meditada desde hace mucho tiempo. Chris y yo pensamos que es bueno que nuestros hijos tengan ahora una mayor oportunidad de dar forma a sus propias vidas como individuos en el futuro”, dijo la Princesa. Su hermano y su cuñada expresaron que: “Vemos esto muy positivo para Alexander como para Gabriel (en aquel entonces todavía no tenían a su tercer hijo, Julian, que nació en 2021) ya que tendrán opciones más libres en la vida”.
La monarquía reducida de Carlos III
Antes de que Isabel II falleciera, hace un mes, ya se sabía que el deseo de Carlos de Inglaterra era serRey de una monarquía reducida, con pocos miembros de los Windsor al servicio de la Corona. Sin embargo, el movimiento que nadie se esperaba fue el paso atrás del príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, en sus deberes monárquicos. Los duques de Sussex no eran felices y se sentían incomprendidos dentro de la institución así que eligieron apartarse. Aunque a ellos les hubiera gustado haber seguido representando a la Reina, finalmente esto no pudo ser compatible con su ansiada libertad y ser financieramente independientes. Así tuvieron que pagar un peaje que estuvieron dispuestos a asumir como dejar de recibir dinero público, la retirada de los títulos militares de Harry o dejar de tener protección un asunto especialmente sensible que ha hecho que Harry lleve ante los tribunales al Ministerio del Interior británico.
Aunque la marcha de los Sussex no estaba calculada, lo cierto es que puso en bandeja las intenciones de Carlos III de adelgazar la monarquía, todo lo contrario a los balcones del Palacio de Buckingham repletos de familiares que había en la época de Isabel II. También de un plumazo y sin pretenderlo la supuesta implicación del príncipe Andrés en el Caso Epstein hizo que el duque de York fuera apartado automáticamente por su madre de sus obligaciones y tan solo ha aparecido en público junto a su hermano en actos exclusivamente familiares como los funerales de sus padres.
La guinda para las intenciones del rey Carlos fue la primera foto oficial de su reinado que lanzaba poderosos mensajes. En ella aparecía junto a su esposa, Camilla, reina consorte, y los príncipes de Gales. No salía nadie más, escenificando esa lejanía que mantiene con su hijo mejor y la distancia que ha puesto con el resto de su hermanos, la princesa Ana y el príncipe Eduardo. Se apoyará en ellos, pero el núcleo duro son él, Camilla y las joyas de la Corona, Guillermo y Kate.
- La imagen que escenifica la nueva monarquía que quiere Margarita de Dinamarca
La decisión que ha provocado una tormenta en Dinamarca
A finales de septiembre, Margarita de Dinamarca decidió que parte de sus nietos, los cuatro hijos del príncipe Joaquín, dejarían de tener el título de príncipes. Una medida que entrará en vigor el 1 de enero de 2023 y que no ha gustado a los propios interesados ni a sus padres que han mostrado su descontento en público. Los príncipes Nicolas y Félix, los hijos mayores que Joaquín de Dinamarca tuvo con su primera mujer, Alexandra Manley, y los príncipes Henrik y Athena, fruto de su matrimonio con su actual esposa, la princesa Marie, sí seguirán siendo condes de Monpezat, un título que les viene por su abuelo paterno, el difunto príncipe Henrik.
Noruega, el eterno debate entorno a la princesa Marta Luisa
En la Corte noruega se mira muy de cerca las medidas que han tomado sus vecinos suecos y daneses. En concreto, con la posición de la princesa Marta Luisa, siempre en el ojo del huracán y muy especialmente tras iniciar una relación sentimental con su prometido, el chamán Durek Verret. Recientemente ha habido reuniones de crisis en Palacio, que según informa Se og Hor habrían sido entre el Rey, el príncipe heredero Haakon y la princesa Marta Luisa. En 2019 se anunció que la Familia Real había llegado al consenso de que no usaría su título de princesa en asuntos comerciales, aunque podría seguir usándolo cuando representara a la Casa Real. Dada esta confusión, algunos se aventuraron a decir que incluso el monarca estaría considerando retirar a su hija el título para siempre y que ella misma habría considerado renunciar a su estatus, algo que finalmente no se ha producido.
Lo cierto es que el asunto interesa a la opinión pública noruega. Según una encuesta realizada por Norstat para NRK, la radiotelevisión pública del país, el 51% quieren a la hermana de Haakon de Noruega fuera de la Casa Real.
Las tres hijas de la Princesa, que se encuentra a la espera de fijar el lugar y el día de su boda con el chamán, fruto de su matrimonio con Ari Behn, ni son princesas ni tienen el tratamiento de altezas reales (porque su madre ya había renunciado a ello) ni figuran como miembros activos de la monarquía noruega, es decir serían familiares del Rey y por eso se las ha visto en público en algunos acontecimientos públicos, pero de fuerte calado familiar como la fiesta de gala que se ofreció con motivo del 18º cumpleaños de la princesa Ingrid de Noruega. Maud Angelica, Leah Isadora y Emma Tallulah sí que están dentro de la línea de sucesión dinástica.
Japón, el particular calvario de la princesa Mako
La apacible Casa Imperial nipona vivió una auténtica tormenta a finales de 2021 con la boda de la princesa Mako, sobrina del emperador, y el abogado Kei Komuro. Un escándalo financiero de la madre del novio generó una gran polémica en la Corte y en la sociedad y provocó que la fecha de la boda se retrasase una y otra vez. Para poder casarse con el amor de su vida, la Princesa tuvo que renunciar a la vida que había conocido hasta ahora y perder su título.
- Así es la vida de Mako de Japón un año después de la decisión que lo cambió todo
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A parte del escándalo económico, la Princesa se hubiera visto igualmente apartada de la Casa Real porque Kei, compañero suyo de universidad, no tenía sangre azul y las damas de la Familia Imperial que se casan con plebeyos salen automáticamente de la Corte. No ocurre con los miembros masculinos que no pierden su estatus si se casan con mujeres que no pertenecen a la realeza. Esto implicó que su boda no tuviera los ritos ancestrales de las bodas imperiales, sino que sus nupcias consistieron en inscribir su matrimonio en el registro civil. Desde el día en que se casaron, la pareja vive en Nueva York, donde ella trabaja el Museo Metropolitano de Arte Moderno (MOMA) y él en un bufete de abogados. Su marcha a Estados Unidos les valió el apodo de los ‘Harry y Meghan asiáticos’.
La boda de Mako puso sobre la mesa una serie de problemas que arrastra la monarquía del sol naciente fruto del peso de la tradición. Además de la condición de tener casarse con alguien de la realeza para no quedar excluidas, la sucesión se rige por la línea masculina, de tal manera que solo los hombres legítimos pueden ser emperadores, motivo que ha hecho que la princesa Aiko, única hija del emperador Naruhito, no sea la heredera (lo es su tío) por el simple hecho de ser mujer. Si las hijas del emperador no pueden acceder al trono y las princesas que se casan con plebeyos quedan desvinculadas de la institución, la elección de heredero se hace sumamente complicada. De hecho, la crisis de Mako sirvió para abrir la posibilidad de abolir la ley sálica ya que desde el nacimiento del príncipe Akishino, hermano de Naruhito y heredero, en 1965, no había habido ningún varón. Cuando nació la princesa Aiko resurgió el debate y en enero de 2005, el Gobierno encargó a un grupo de expertos que se estudiase el caso. Aunque se recomendó reformar la ley, la medida no contaba con el apoyo popular y se frenó en seco cuando la princesa Kiko, esposa del príncipe Akishino, dio a luz al príncipe Hisahito, que actualmente es el segundo en la línea de sucesión por detrás de su padre.
Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Mónaco mantienen el 'statu quo'
En el resto de las monarquías europeas estos debates aún no han surgido, al menos de manera pública. No obstante, el Gobierno luxemburgués delimitó las funciones de la gran duquesa María Teresa tras una auditoría llevada a cabo. En Mónaco, tras la ausencia durante quince meses de la princesa Charlene por enfermedad, la princesa Carolina volvió a asumir el papel de eterna primera dama suplente, siempre dispuesta a apoyar a su hermano, el príncipe Alberto.
Haz click si quieres ver el capítulo de Grandes Crónicas, ‘De la realidad a la realeza’ donde se analiza cómo han cambiado las casas reales en las últimas décadas. Hace medio siglo que un heredero europeo no se casa con una princesa y es que cada día más la realeza da entrada a hombres y mujeres sin sangre azul. Máxima de Holanda, la reina Letizia, Kate Middleton y Meghan Markle son los ejemplos más recientes de que los cuentos de hadas si se cumplen. Puedes ver más en la nueva plataforma de vídeo ¡HOLA! PLAY, donde encontrarás programas de cocina, moda, decoración y documentales biográficos de ‘royals’ y ‘celebrities’. ¡No te lo pierdas!