La princesa Nathalie de Sayn-Wittgenstein-Berleburg (47), sobrina de la reina Margarita II de Dinamarca, se ha separado de su esposo, Alexander Johannsmann (44) tras 12 años de matrimonio. Así lo ha hecho saber la Corte Real de Dinamarca, que no ha proporcionado más detalles sobre los motivos de este divorcio, a través del medio de comunicación nacional Billed Bladet. La expareja comenzó su historia de amor en el 2006 gracias a su pasión mutua por los caballos. Este joven de origen alemán, que en un principio desconocía el cargo real de su enamorada, trabajaba en una empresa hípica y ha sido el gran apoyo de la Princesa en su carrera ecuestre, como su participación en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 en los que logró alzarse con la medalla de bronce.
Un largo romance que culminó en 2010 al darse el sí quiero. Una romántica boda civil en la que Nathalie se encontraba embarazada de su primer hijo Konstantin Gustav (12). En junio de 2011, volvieron a reforzar de nuevo su compromiso con una ceremonia religiosa en la iglesia evangélica del castillo de Bad Berleburg (Alemania). Un lugar muy significativo porque fue donde Nathalie se crió junto a su padre y sus dos hermanos. Una bonita velada que estuvo repleta de anécdotas, ya que la novia, invadida por los nervios propios del momento, llegó a dejar su ramo de flores olvidado en el camino al altar. Pese a este pequeño contratiempo, la princesa amazona lució de lo más radiante con un vestido diseñado en exclusiva para ella en el que destacaba el espectacular bordado de estrellas y una larga cola.
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Sin duda, una gran fiesta en la que también estuvieron presentes muchos miembros de otras familias reales europeas con las que guarda una relación de parentesco, como Nicolás y Tatania de Grecia. Cabe recordar que Nathalie desciende de una larga saga de monarcas. Es la hija menor de la princesa Benedicta de Dinamarca, y el príncipe Ricado Sayn-Wittgenstein-Berleburg, tristemente fallecido en 2017, y, por lo tanto, también es sobrina de Ana María (hermana de Benedicta y Margarita) y Constantino de Grecia.
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A pesar de sus raíces y acorde con la ley de su país, al no haberse criado en suelo danés, ella no ha conservado los derechos dinásticos al trono, aunque sí posee la nacionalidad lo que le ha permitido ser parte de la delegación del país e, incluso, representar a Dinamarca en las competiciones olímpicas. 4 años más tarde de esta boda ampliaron la familia con la llegada al mundo de la benjamina de la casa Louisa Margarita (7). De la misma manera, la casa Real de Dinamarca ha explicado que tras el fin del matrimonio de sus padres, los dos niños van a continuar viviendo con su madre en el ya citado castillo de Bad Berleburg, en el que la princesa posee un apartamento.