A punto de celebrarse el Jubileo de Platino, el Palacio de Buckingham será testigo de nuevo el próximo 2 de junio de una nueva imagen para la historia: la aparición o ausnecia de Isabel II desde el regio balcón saludando a la nación. Si finalmente sus problemas de movilidad la permiten participar en este acto no lo hará sola, habrá también otras ausencias y presencias, que supondrán toda una declaración de intenciones sobre quiénes son los miembros de la Familia Real británica más cercanos a la monarca, al menos en el ámbito institucional. Así, no se espera ver ni al príncipe Andrés ni a los duques de Sussex en la emblemática balconada en el desfile de Trooping the Colour, que cada año conmemora el cumpleaños de la Reina y que este año, cobra más importancia por llevar 70 años en el trono. Las apariciones en los balcones de Palacio se han convertido en las otras formas de comunicarse que tienen las Casas Reales, de ‘hablar’ sin palabras que sirven para presentar a los nuevos matrimonios, a las generaciones más jóvenes e incluso dan cuenta de las separaciones y divorcios. Además de Buckingham, el Palacio Grimaldi es otra de las fortalezas que lanza importantes mensajes con las apariciones en sus balcones.
No se verá ni al príncipe Harry ni a Meghan Markle en Palacio
El jueves 2 de junio tendrá lugar el desfile del cumpleaños de la Reina, el conocido como Trooping the Colour. Aunque Isabel II cumple años en abril, los festejos oficiales se dejan para más adelante para que con el buen tiempo la gente pueda disfrutar de las celebraciones en la calle. Es quizá uno de los actos más vistosos de la agenda de la monarca, que ve la parada militar desde el balcón del Palacio de Buckingham, rodeada de los suyos. A lo largo de las décadas, los royals que han aparecido en este balcón han ido cambiando. Desde la época en que Isabel II era una niña, que tenía que ponerse de puntillas para observar a los militares, pasando por la etapa en la que el Príncipe de Gales era el más pequeño de la balconada. También se vio en la pasarlea de Buckingham a la princesa Diana, primer mujer del príncipe Carlos, o Sarah Ferguson, exmujer del príncipe Andrés y al príncipe Guillermo cuando apenas era un bebé, ahora son sus hijos, los príncipes George, Charlotte y Louis, los que roban el protagonismo. Meghan Markle también posó en sus escasos posados desde el mirador real.
- Felipe VI y doña Letizia, dos Reyes enamorados en un día para la historia
El príncipe Andrés, que siempre ha sido un habitual de este acto. Este año no figurará en la emblemática balconada de la monarquía inglesa. Su presencia ha estado en duda hasta el final y salvo sorpresa su ausencia está asegurada. A raíz de la firma del acuerdo extrajudicial con Virginia Giuffre, que le acusaba de abusos cuando era menor de edad y se encontraba atrapada en la red de Jeffrey Epstein, resulta un miembro incómodo para los Windsor y se le ha apartado de todos los actos públicos. Por eso sorprendió que el pasado 29 de marzo apareciera del brazo de la Reina en el servicio de acción de gracias por la vida del Duque de Edimburgo.
Mónaco toma el pulso a los Grimaldi a través de su palacio
Si hay un Palacio en el que se espera con ansia los saludos desde el balcón, ese es el Palacio Grimaldi de Mónaco. La residencia oficial del príncipe Alberto sirve cada 19 de noviembre, Día Nacional, para poder ver junta a la extensa familia del monarca. También ha sido testigo mudo de la larga ausencia de la princesa Charlene y de los tiernos mensajes que enviaron sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, desplegando unas pancartas en las que podía leerse: “Te queremos, mami” y “te echamos de menos“. El balcón del palacio principesco cada vez está más lleno por los nietos de la princesa Carolina que antaño posaba en el mismo escenario con su todavía marido, Ernesto de Hannover. La última vez se vio a Carlota Casiraghi tras varios años sin dejarse ver en esta cita
El primer saludo de Felipe VI como monarca
También los reyes Felipe y Letizia eligieron el balcón del Palacio Real de Madrid para hacer su saludo tras la proclamación del monarca, el 19 de junio de 2014. Fue el colofón a una jornada inolvidable, donde el nuevo jefe del Estado recibió los vítores y los aplausos de su pueblo. A ellos se les unieron sus hijas, la princesa de Asturias, y la infanta Sofía, que entonces eran unas niñas. Más tarde les acompañaron don Juan Carlos y doña Sofía, la Familia Real al completo que no escatimó en muestras de afecto y cariño. Esa imagen fue utilizada en la felicitación navideña de la Casa Real de ese año.
Los primeros besos de los matrimonios ‘royals’
Tradicionalmente, a lo largo y ancho de Europa, las monarquías europeas han elegido los balcones de Palacio como escenario para el beso tras los enlaces de alguno de sus miembros. Uno de los más famosos, fue el de Diana de Gales y el príncipe Carlos, que hizo enloquecer al público. Desde Noruega, Suecia, Dinamarca, pasando por Gran Bretaña, Países Bajos, Luxemburgo y España, los príncipes han besado a sus princesas en las balconadas, provocando el delirio de la multitud que no ha querido perderse los momentos más románticos de los royals.
La importancia del balcón en el norte de Europa
Los reinos situados al norte del continente también usan sus regias galerías para sus actos más solemnes. Cada 17 de mayo, la Familia Real noruega saludo a sus compatriotas desde el Palacio Real de Oslo, la residencia del rey Harald. Bellamente engalanado con banderas nacionales, la pasarela ve como los Reyes y la familia del príncipe Haakon, heredero al trono, se viste con los trajes tradicionales. También desde un ventanal de Palacio, la reina Margarita recibe el cariño de los daneses en sus cumpleaños y recientemente, el rey Carlos Gustavo de Suecia vio como sus nietos se agolpaban a finales de abril con motivo del 76º cumpleaños de Carlos Gustavo de Suecia.