En un país de tradiciones tan arraigadas como Japón, solo circunstancias muy especiales obligan a hacer cambios. Es precisamente lo que ha ocurrido, por tercer año consecutivo, con las celebraciones del cumpleaños del emperador Naruhito, modificadas debido a las condiciones sanitarias. La precaución ha ocasionado que se cancele el saludo que el emperador suele hacer junto a su familia desde el balcón del Palacio Imperial por lo que su 62 cumpleaños será igual de sobrio que los dos anteriores. Sí ha comparecido sin embargo para dirigirse a los japoneses, a quienes ha instado a mantener la esperanza frente a una pandemia que ha causado (y lo sigue haciendo) muchas dificultades.
La polémica propuesta de Japón para solucionar la crisis sucesoria en la Familia Imperial
“Creo firmemente que es posible superar esta dura realidad con paciencia y cuidándonos mutuamente, compartiendo el dolor de los demás y haciendo esfuerzos para apoyarnos unos a otros”, comentó. El emperador ofreció sus condolencias a los familiares de los fallecidos a causa del coronavirus, expresó su preocupación por quienes ha perdido su trabajo o han visto su vida afectada por la pandemia. Agradeció además el esfuerzo y la entrega de los sanitarios.
En esta especie de balance del año, Naruhito se ha referido a una de las cuestiones más comentadas y polémicas del pasado año: la boda de su sobrina Mako con Kei Komuro. La situación financiera de la familia del novio marcó un enlace que tuvo que ser retrasado en varias ocasiones, pero que finalmente se celebró en octubre. Los ya esposos han iniciado una nueva vida en Nueva York. Naruhito comentó que espera que su sobrina “tenga una vida feliz” y se disculpó por “preocupar a tanta gente” debido a las dificultades que rodearon el enlace.
En estas referencias familiares incluyó a su mujer Masako, de 58, a quien seguirá brindando su apoyo, como dijo -lleva años luchando contra una depresión provocada por el estrés-, y su hija Aiko, de 20 años, que este año se enfrenta a los compromisos que corresponden a su recién adquirida mayoría de edad. “Como miembro adulto de la familia imperial, me gustaría que atesorara y cumpliera con cada una de sus obligaciones” aseguró el emperador.
La cancelación del tradicional saludo por tercera vez quedaría en una anécdota quizá si no fuera porque no se ha celebrado desde que Naruhito y Masako fueran entronizados como emperadores de Japón. La milenaria ceremonia se llevó a cabo el 22 de octubre de 2019 ante miembros de la realeza mundial como los reyes Felipe y Letizia de España; Guillermo y Máxima de Holanda; Felipe y Matilde de Bélgica y un largo etcétera de soberanos y príncipes. El emperador y su familia sí que se instalaron a finales de 2021 en el Palacio Imperial, abandonando el complejo residencial de Akasaka donde residían. Sin embargo su balcón todavía no ha sido testigo de las felicitaciones de los japoneses a su emperador.