Es muy probable que Kako de Japón se encuentre ante su gran año y el posado con el que ha celebrado su 27º cumpleaños es un buen anticipo de ello. Con un estiloso abrigo azul intenso y rodeada por los colores del otoño de los jardines del palacio de Akasaka, la hija del príncipe heredero posa en unas bucólicas imágenes no demasiado frecuentes en la casa imperial. No siempre sus miembros ofrecen fotografías inéditas con motivo de sus cumpleaños, pero tal vez este año la ocasión lo merezca. La marcha de su hermana Mako a Nueva York, donde se mudó tras renunciar a su título por casarse con Kei Komuro, hace pensar que la hija mediana de los príncipes Fumihito y Kiko asumirá más protagonismo en la agenda oficial al coger el testigo de su hermana mayor.
Mako de Japón y el precio del amor en la rígida corte imperial
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En las imágenes distribuidas por el palacio imperial, la joven princesa aparece sonriente con el pelo suelo y un estilo informal pero muy elegante y actual. En una dinastía como la de Yamato donde el peso de la tradición y la historia se deja ver no solo en sus milenarias ceremonias y rituales, sino también en la vestimenta que suelen lucir en las ocasiones especiales, llama la atención que Kako haya optado por mostrarse con un look moderno con el que confirma que bien podría ser todo un icono de estilo, como en su día lo fue su abuela Michiko de Japón.
Protagonista de momento más tierno de la boda de su hermana
La última vez que vimos a la princesa Kako en público fue precisamente en la boda de Mako y Kei Komuro, el pasado 26 de octubre, cuando protagonizó uno de los momentos más emotivos de una jornada, marcada por la contención. No hubo una gran boda real, porque en realidad no lo era, teniendo en cuenta que la novia tuvo que renunciar a su título para contraer matrimonio con una persona sin sangre real, tal y como dictan las normas de la casa imperial. Renunció incluso a más de lo que le correspondía para evitar cualquier otra polémica como las que vivió durante su compromiso y la austeridad y la discreción fueron la nota predominante de su enlace. Antes de darse el 'sí, quiero' en el registro civil, se despidió de sus padres con una reverencia y se fundió en un abrazo con su hermana Kako.
Desde que cumplió la mayoría de edad hace siete años, su presencia en actos públicos se ha intensificado y su padre, heredero al trono del Crisantemo, destacó ya en 2019 la dedicación de su hija mediana cuando en una rueda de prensa presumió con orgullo del esfuerzo con el que ella prepara cada compromiso oficial al que debe asistir. Aunque cumple con su deber rigurosamente, también rompió una lanza a favor de su hermana al referirse a las rígidas normas de Palacio que la obligaban a renunciar a la familia imperial si quería casarse con Kei Komuro. “Me gustaría que mi hermana pueda cumplir sus sueños, porque creo que lo importante es lo que sienten el uno por el otro”, declaró Kako en su graduación.
La segunda hija de los príncipes Fumihito y Kiko se graduó en 2018 en Psicología y Artes Escénicas por la Universidad Internacional Cristiana de Tokio y realizó un programa de intercambio en la universidad de Leeds (Reino Unido). Domina la lengua de signos y es una apasionada del patinaje sobre hielo y de la hípica. Ahora, y tras la marcha de su hermana, se espera que comparta protagonismo en la agenda oficial con su prima Aiko de Japón, la hija de los emperadores que cumplió el pasado 5 de diciembre la mayoría de edad. Aunque son las dos únicas princesas en activo de nueva generación, ninguna de ellas tiene posibilidades de llegar al trono ya que en Japón impera la ley sálica, a pesar de que la escasez de varones en la familia haya puesto el debate sobre la mesa en más de una ocasión. Sin embargo, por el momento, el heredero continúa siendo el hermano del emperador y el siguiente en la sucesión al trono, su hijo menor, Hisahito, de 15 años.