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La huida de la princesa Haya, sexta esposa del emir de Dubái, conmocionó al mundo en mayo de 2019. La hermana de Abdalá de Jordania se fue con sus dos hijos, Jalila, de 13 años y Zayed, de 9, y pidió asilo en Reino Unido, donde comenzó un complicado proceso de divorcio, pero no ha sido hasta ahora cuando el Alto Tribunal de Londres ha ratificado cuán truculenta ha sido la batalla judicial. Según el último fallo judicial, Mohamed bin Rashid Al Maktum pirateó el teléfono móvil de su exesposa, de su abogada y de varios de sus empleados, a través de Pegasus, una tecnología militar israelí. Además, el juez también ha dirimido que está totalmente justificado el temor de Haya de Jordania de que sus hijos puedan ser secuestrados por su padre en su casa de campo inglesa, donde ha conseguido comenzar una nueva vida que lucha por proteger.
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Nuevo giro en el divorcio de la princesa Haya y el emir de Dubái: sale a la luz una amistad secreta
Por seguridad, nunca han trascendido demasiados detalles sobre la situación actual de Haya de Jordania, pero sí se sabe que, pese a los riesgos, poco tiene que ver con la incertidumbre con la que aterrizó en Londres con una maleta llena de dinero y dos niños a los que quería salvar de un matrimonio concertado. El apoyo de su familia fue una de las claves para asegurarse cierta red de protección, además de la inyección de moral que ello supone. El primero en pronunciarse fue uno de sus hermanos, el príncipe Alí, que en agosto de 2019 compartió una imagen que parecía indicar que se encontraba con ella en Londres cuando estaba a punto de encarar el juicio por la custodia de sus hijos. "Hoy con mi hermana, la niña de mis ojos, Haya bint Al-Hussein", escribió junto a la imagen.
Su familia, el punto de inflexión
El espaldarazo definitivo vino del rey Abdalá al proporcionarle una red de seguridad importantísima cuando la nombró jefa adjunta de la misión de la embajada jordana en Reino Unido. Este movimiento llegó en un momento clave, justo después de que las autoridades británicas hubiesen desestimado la demanda de asilo de Haya. Sin embargo, desde que forma parte del cuerpo diplomático de Jordania, cuenta con inmunidad y protección tanto para ella como para sus hijos, tal y como establece en su normativa la Convención de Ginebra.
El año 2020 llegó con más de una victoria judicial para Haya bint Al-Hussein, su nombre de soltera y el que ahora utiliza en su nueva vida. La Justicia británica dictaminó que el jeque la amenazó y que emprendió una campaña de miedo e intimidación contra ella. Además, el Juez consideró probado que secuestró a dos de sus trece hijas, nacidas de matrimonio anteriores: la princesa Shamsa que huyó de Palacio en el año 2000 y buscó protección en el Reino Unido hasta que los agentes de su padre la encontraron y la princesa Latifa que intentó huir en dos ocasiones y desde entonces permanece en arresto domiciliario. Respaldada por la justicia, la Princesa se sintió con fuerzas para retomar sus funciones como mensajera de la paz de la ONU. Lo hizo rompiendo su silencio por primera vez para pedir un alto al fuego en todos los conflictos bélicos para unir fuerzas contra la pandemia.
Así, Haya de Jordania ha conseguido construir poco a poco una nueva vida junto a sus hijos en Londres, lejos de su tierra pero en un país al que siempre le ha unido fuertes lazos. Su pasión por la hípica la llevaron en más de una ocasión a Ascot, donde se le podía a ver con su por entonces marido conversando con miembros de la familia real como el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles e incluso con la Reina, a la que su relación de amistad con el Emir la ha colocado en una situación complicada. A pesar de que hasta el momento la Justicia le ha dado la razón, también ha constatado cómo la estabilidad que ha conseguido es aún frágil y defenderla es su absoluta prioridad.
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