Meghan Markle no aparecía en un acto tan público y multitudinario desde el pasado 9 de marzo de 2020, Día de la Commonwealth, su último evento antes de hacer efectiva su renuncia a formar parte de la Familia Real británica. De ahí que la expectación con la que la duquesa de Sussex y su marido, el príncipe Harry de Inglaterra, han sido recibidos en el primer viaje ‘oficial’ de su nueva vida, donde ya no representan a la corona sino a ellos mismos, haya sido especialmente elevada. La pareja se ha desplazado de California a Nueva York, donde, tras visitar el One World Trade Center y reunirse con la embajadora estadounidense en la ONU, ha proseguido con el goteo de apariciones públicas.
Entre ellas, la del pasado sábado 25 de septiembre en Central Park. Fue entonces cuando el nieto de la Reina Isabel II y su esposa se dieron un baño de masas en el Global Citizen, un evento benéfico en el que otras estrellas, como Jennifer López, Billie Eilish o Coldplay, también se movilizaron para combatir el cambio climático y pedir una mayor solidaridad en estos tiempos de pandemia. Allí, los duques ofrecieron un discurso en el que solicitaron liberar la producción de la vacuna contra el coronavirus en todos los países del mundo. “Todas y cada una de las personas de este planeta tienen el derecho fundamental de tener la vacuna. Esa es la cuestión, pero eso no está pasando”, dijo en su alegato la duquesa de Sussex.
Según varios medios de comunicación, la pareja habría aprovechado esta visita para rodar las primeras imágenes de su show , un hipotético documental que formaría parte del millonario contrato que los duques firmaron con Netflix. El príncipe Harry fue incluso visto con un cable de lo que podría ser un micrófono. De lo que no cabe duda es que, además de guardaespaldas, la pareja, que durante su estancia se ha hospedado en el lujoso hotel The Carlyle, ha estado rodeada de cámaras en todo momento que han filmado cada uno de sus pasos.
La duquesa de Sussex llevó a su primer gran viaje, tras abandonar la Familia Real británica, una lujosa maleta repleta de primeras marcas que podría estar valorada en cuarenta y cuatro mil euros
Otra de las certezas ha sido el cuidado estilismo de Meghan Markle, quien ha llamado la atención por la lujosa maleta con la que ha viajado a la Gran Manzana. Una sofisticada selección de primeras marcas entre las que destaca Valentino, marca del vestido de inspiración nupcial que lució en el citado evento, pero también Cartier, Loro Piana, Manolo Blahnik… Según apuntan, la duquesa se habría gastado unos cuarenta y cuatro mil euros en los estilismos de una gira que, sin duda, ha dado mucho de qué hablar.