La duquesa de Brabante hizo historia el 1 de julio, Día Nacional de Bélgica, desfilando por primera vez junto a sus compañeros de la Real Academia Militar, ante la Familia Real. Si por la mañana causó sensación con su vestido rojo y su pillbox Jackie Kennedy en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula, por la tarde, logró conmover hasta las lágrimas a sus padres, los Reyes Felipe y Matilde, mientras marchaba al paso con el destacamento de su promoción vistiendo el uniforme de gala de los cadetes. “La veo”, se vio decir a su madre sin poder ocultar su orgullo y su emoción.
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A sus diecinueve años, la heredera al trono belga ya está lista para el siguiente paso. Tras un año de formación militar y las vacaciones de verano, pondrá rumbo a la universidad.
La fiesta nacional, que se celebró tras una jornada de duelo nacional en homenaje a las víctimas de las inundaciones, también nos dejó otra noticia: el debut de la princesa Delphine junto a la Familia Real con un look étnico de Erratum fashion. La princesa no necesitó hablar para decir que se sentía en familia y en casa.