Como hermanas gemelas que comparten un vínculo increíblemente estrecho, Lady Amelia y Lady Eliza Spencer siempre han he cho todo juntas. Parece natural, entonces, que cuando se trataba de embarcarse en un capítulo completamente nuevo de sus vidas, las bellas y encantadoras sobrinas de Diana, la princesa de Gales, eligieran hacerlo juntas.
Han pasado unas cuantas semanas desde que Amelia y Eliza, que cumplieron veintinueve años el 10 de julio, se mudaran a Londres desde Sudáfrica, donde vivieron desde los tres años, y apenas pueden contener su emoción cuando se reúnen con ¡HOLA! para su primera sesión de fotos y entrevista, que marcan esta nueva etapa. “Londres nos desafiará e inspirará. No podría ser más diferente a Ciudad del Cabo, pero eso es lo que hace esta experiencia tan emocionante”, dice, sonriente, Amelia, quien se comprometió en julio pasado con Greg Mallett, su novio desde hace doce años. En esos días, la pareja compartió su historia de amor, por primera vez, con HELLO!, la edición inglesa de ¡HOLA!.
La relación excepcionalmente especial entre las hermanas, que no son gemelas idénticas, se pone de manifiesto en la sesión de hoy, en el oeste de Londres, mientras ríen, bromean y se alientan entre una toma y otra.
La familia lo es todo para Amelia y Eliza, que viven a solo veinte minutos la una de la otra, en el centro de Londres, con sus respectivas parejas, Greg, y el novio de Eliza desde hace cinco años, Channing Millerd. La mudanza les permitirá estar más cerca de su padre, el conde Spencer, hermano menor de Diana, que vive en la propiedad familiar de Althorp Estate, en Northamptonshire, el lugar donde las hermanas, nacidas en el Reino Unido, crecieron hasta que la familia se mudó a Sudáfrica, en 1995. Charles regresó a Inglaterra en 1997, tras separarse de la madre de las jóvenes, la exmodelo Victoria Aitken, de soltera Lockwood. “Todo lo que necesitamos ahora es que nuestra madre se mude al Reino Unido. Estamos muy emocionadas de vivir más cerca de papá y nuestros her manos (la mayor es Lady Kitty, de treinta años, y el menor es Louis, de veintisiete, vizconde de Althorp)”, agrega Eliza cuyo padre asistió, días atrás, a la inauguración de una estatua de su amada hermana Diana, en el palacio de Kensington, en el que hubiera sido su sesenta cumpleaños.
Con sus brillantes ojos azules, pelo rubio y gestos muy particulares, Amelia y Eliza tienen más que un parecido familiar con Diana y atesoran en sus co razones preciosos recuerdos de su tía. “Lamentablemente, éramos muy jóvenes cuando ella murió, solo teníamos cinco años. Me hubiera encantado poder pasar más tiempo con ella. Tengo algunos recuerdos especiales. No pue do explicar por qué, pero se mantienen nítidos en mi mente»” dice Eliza.
Además de un sorprendente parecido, Amelia y Eliza comparten una naturaleza cálida y realista, pero las similitudes no terminan ahí. Las hermanas se divierten cuando se dan cuenta de que llegaron a la sesión de fotos de ¡HOLA! con looks casi idénticos. “A menudo llegamos a un lugar vestidas de la misma manera”, comenta Eliza. “La gente cree que lo planeamos, ¡pero realmente no es así!”.
Eliza: “Con solo mirarnos, sabemos lo que la otra está pensando”
Una vez instaladas en Londres, Amelia es pera convertirse en organizadora de bodas y Eliza sueña con ser diseñadora de interiores. Aquí, en nuestra entrevista exclusiva, las her manas hablan desde el corazón sobre el comienzo de una nueva etapa, se sinceran sobre su vínculo fraterno e inquebrantable y nos comparten los recuerdos más entrañables de su tía Diana.
—¡Felicidades por la gran mudanza a Londres! ¿Cómo se sienten?
AMELIA.—Es emocionante haber hecho el cambio finalmente. Greg y yo nos mudamos a un apartamento en el centro de Londres, en enero de dos mil veinte, pero, cuan do llegó la pandemia, volvimos a Ciudad del Cabo para pasar tiempo con nuestras familias. Hicimos la maleta pensando que nos iríamos por unas semanas, pero terminó sien do un año y tres meses. Estamos emociona dos de estar de vuelta. No importa lo que traiga la pandemia, nos vamos a quedar. Vivimos con la familia de Greg durante la mayor parte del confinamiento, en Ciudad del Cabo, por lo que estaré eternamente agradecida. Por otro lado, vivir solos como una pare ja comprometida es como el comienzo de un capítulo completamente nuevo.
ELIZA.—El año pasado, tenía la esperanza de mudarme aquí un mes después de Amelia, pero los planes quedaron en suspenso. No sé mucho sobre Londres, así que es una nueva aventura.
—¿Qué es lo que más les entusiasma de Londres? ¿Planean aprovechar al máximo la vida social?
A.—Nunca hemos explorado mucho Londres porque, cada vez que visitábamos Inglaterra, íbamos a la casa de nuestra familia en el campo. Espero con ansias el cambio de estilo de vida. Es ajetreado, vibrante y muy diverso. Hay mucha energía aquí. Estamos muy emocionadas de estar en una ciudad tan vibrante como esta, que tiene tanto que ofrecer. La moda es uno de los aspectos más emocionantes de Londres. Ciudad del Cabo es muy informal en cuanto al atuendo (ropa deportiva, jeans y camisetas), en cambio aquí la moda está a otro nivel.
E.—Siento que cada uno se expresa a su manera, me encanta eso. Kitty siempre nos dijo lo mucho que disfruta de Wimbledon y la Serpentine Summer Party y siempre tuvimos la esperanza de ir. Esperamos con ansias nuestra primera Semana de la Moda de Londres. Mudarnos a un lugar como este nos permitirá experimentar todos los eventos y oportunidades increíbles que la ciudad ofrece.
Amelia: “Es muy emocionante haber hecho finalmente el cambio. Londres nos desafiará e inspirará”
—Como gemelas, su relación es muy especial, Amelia la describe como tener una amiga íntima asegurada. ¿Se sienten bendecidas?
E.—Nos sentimos muy afortunadas de haber nacido con una amiga íntima. Entre gemelos hay un vínculo único. Siempre hemos sido muy cercanas y nos apoyamos mutuamente. Recuerdo una historia muy graciosa que nuestros padres nos contaron: teníamos alrededor de dos años, todavía vivíamos en Inglaterra y éramos inseparables. Nosotras dormíamos en camas pegadas y, un día, no me encontraban por ninguna parte. Durante bastante tiempo estuvieron registrando toda la casa hasta que me encontraron: estaba dentro de la cama de Amelia, debajo de una manta. Siempre bromean acerca de que somos inseparables, y es cierto.
A.—Eliza y yo siempre estuvimos en los mismos equipos deportivos, teníamos los mismos grupos de amigos. Tenemos suerte de disfrutar de las mismas cosas, así que hacemos la mayoría de las cosas juntas. Habiendo vivido ambas en Ciudad del Cabo tanto tiempo, estamos acostumbradas a estar cerca la una de la otra. Ahora que estamos en el Reino Unido, seguimos pasando la mayor parte del tiempo juntas.
—¿Cómo fue crecer con un vínculo tan único?
A.—En el colegio, nuestras aulas estaban una frente a la otra y solíamos saludarnos todo el día. Tuvieron que alejarnos de las puertas porque nos quedábamos ahí saludándonos.
E.—Amelia era mucho mejor en francés y yo era mejor en arte. Una vez, cuando teníamos once años, tuvimos una miniprueba en cada materia, así que intercambiamos clases: ella hizo mi examen y yo hice el suyo. ¡A veces resulta muy útil parecernos! Nos apoyamos mutuamente tanto en los tiempos difíciles como en los felices. Los desafíos de la vida solo nos han acercado más. Simplemente con mirarnos, podemos saber lo que la otra está pensando. Nuestro vínculo es indescriptible.
—¿En qué son diferentes?
E.—Yo diría que soy más madura y Amelia es más juguetona.
A.—(Riendo). Yo podría decir algo equivocado en el momento equivocado y Eliza, simplemente, me mira.
—¿Qué hay del vínculo con sus otros hermanos?
E.—Nos sentimos muy unidas a todos nuestros hermanos. Kitty es protectora, solidaria, amable, generosa y siempre nos anima. Nos toma bajo su protección. Es la hermana mayor soñada.
A.—Louis abrazó tener tres hermanas. Siempre hemos estado unidos. Nos sentimos unidas a nuestros dos hermanos (Louis y Samuel Aitken, el hijo menor de Victoria).
—¿Qué valores les inculcaron sus padres?
E.—Las personalidades, la moral. Somos muy sensibles y compasivas. Y nuestra madre es una dama amable, solidaria y generosa. Creo que nos parecemos a ella en muchos aspectos.
—En otra ocasión, Amelia compartió su recuerdo de Diana en la playa. Eliza, ¿cuál es el suyo?
—Ese día en la playa de Noordhoek también está muy claro en mi mente. Fue un día especial. Es el recuerdo más nítido que tengo de mi tía. También cuando vino a quedarse con nosotros en Ciudad del Cabo. Nos había comprado cepillos para el cabello con nuestros nombres grabados. Recuerdo que antes de acostarse, después de las duchas y los baños, nos cepillaba el pelo y nos leía historias. Esos son los dos recuerdos que tengo.
Eliza: “Tanto mi personalidad como mi moral y mis valores son los mismos que los de Amelia”
—Amelia, ¿está orgullosa del legado tan duradero de Diana?
—Siempre nos enorgullece que nos recuerden lo increíblemente amada que era y lo importante que fue para tanta gente.
—El diez de julio cumplieron años. Amelia, ¿cómo lo celebraron?
—Pasamos el día juntas con nuestras parejas (Greg y Channing). Siempre organizan algo especial, como cocinarnos algo delicioso. Estábamos felices de ser solo nosotros cuatro.
—¿Qué carreras esperan seguir aquí?
E.—Siempre tuve pasión y amor por el interiorismo. Mi sueño es ver qué hay ahí fuera. Espero inspirarme en Londres. Me encantaría convertirme en diseñadora de interiores.
A.—Serías increíble en eso. Yo no puedo esperar para comenzar mi carrera de wedding planner. También estoy muy interesada en la industria de los eventos. Primero quiero unirme a una empresa, luego mi sueño es ser dueña de mi propia empresa. Habrá muchas bodas después del último año de confinamiento.
—Amelia, ¿cómo va la planificación de su boda? La última vez que hablamos, pensaba casarse en dos mil veintidós.
—Estoy segura de que, ahora que nos estamos adaptando, comenzaremos. No nos apresuramos a nada, ¡llevamos doce años juntos! Sin embargo, definitivamente quiero casarme en dos mil veintidós. Todavía no hemos decidido si queremos hacerlo en Ciudad del Cabo o en Althorp.
E.—Estaré al lado de Amelia en cada paso del camino ayudándola. Greg es parte de nuestra familia desde que tenía dieciséis años, así que es como un hermano para mí, pero hacerlo oficial será maravilloso.
Eliza: “Me encantaría convertirme en diseñadora de interiores”
—¿Hay una propuesta en puertas para usted y Channing también?
—Eso espero. Pero estoy feliz de celebrar el compromiso de Amelia mientras espero mi turno. Ahora que nos mudamos a Londres, estoy segura de que todo encajará.
—¿Cómo conoció a Channing?
E.—Estamos juntos desde febrero de dos mil dieciséis, gracias al grupo de amigos de Greg, que también es el grupo de amigos de Channing, pues los dos fueron al mismo colegio, así que son como hermanos. Ahora, ambos encontraron el trabajo de sus sueños durante la pandemia. Channing es cofundador y director de una empresa de soluciones blockchain llamada Dataledger (que utiliza tecnologías emergentes para hacer que las cadenas de suministro sean más eficientes y confiables). Están buscando expandirse en Europa, así que él seguirá ese camino aquí.
A.—Greg (cuya experiencia es en desarrollo sostenible y entrenamiento) encontró el trabajo de sus sueños como entrenador para una exitosa plataforma en línea de entrenamiento, nutrición y fitness, JEFF. Lo ha hecho tan bien que le pidieron que los ayudara a despegar en Londres.
—Ambas firmaron con Storm Model Management, la agencia que representa a Kitty y que lanzó las carreras de modelos como Cara Delevingne y Kate Moss...
A.—Sabemos que estamos en las mejores manos con Storm. Nos abrió un mundo completamente nuevo y la oportunidad de trabajar con marcas importantes. Mi sueño sería equilibrar ambas carreras. Estamos agradecidas de tener a Kitty para guiarnos, tiene mucha experiencia en la industria de la moda.
Amelia: “No puedo esperar para comenzar como ‘wedding planner’”
—La semana pasada se anunció que son las embajadoras de The Little Princess Trust. ¿Qué nos pueden contar sobre este trabajo solidario?
A.—Es algo muy cercano a mi corazón. The Little Princess Trust proporciona pelucas a niños pequeños que perdieron su pelo debido al cáncer u otras enfermedades como la alopecia. También financian investigaciones centradas en encontrar tratamientos más suaves y efectivos para los cánceres infantiles.
E.—The Little Princess Trust les brinda a quienes padecen enfermedades devastadoras una razón para sonreír y sentirse más seguros de sí mismos, algo que muchos damos por hecho. Promover causas benéficas en las que creo es muy importante para mí.
—¿Cuánto tiempo planean quedarse en Londres?
A.—Siempre imaginé que terminaría en el Reino Unido. Para mí, aquí es donde está mi futuro.
E.—Donde quiera que vayamos, nuestro vínculo fraternal siempre será inquebrantable. El futuro es brillante y esto es solo el comienzo.