Este viernes, 23 de julio de 2021, darán comienzo los Juegos Olímpicos de Tokio. Serán los más atípicos de la historia no solo por celebrarse en plena pandemia mundial, sino porque por primera vez no está permitido el acceso de público a las competiciones. Además, se ha reducido considerablemente la presencia de Jefes de Estado, autoridades y otros altos cargos que solían viajar para apoyar a los deportistas en todas y cada una de las pruebas. Tampoco veremos a reyes y reinas, príncipes y princesas, duques y duquesas... protagonizando imágenes llenas de emoción, nervios y, sobre todo, mucha ilusión, dejándose llevar por el frenesí olímpico. Aprovechando que quedan unas horas para que se celebre la apertura de los JJOO, hemos querido bucear en nuestro archivo para recuperar las fotos más inolvidables que nos han regalado los miembros de la realeza durante estos años.
Como no podía ser de otra forma, empezamos con el que es, sin duda, uno de los grandes 'momentazos' de nuestra historia. En 1992, el por aquel entonces príncipe Felipe ejerció de abanderado en los Juegos Olímpicos de Barcelona, liderando a la delegación española y portando orgulloso nuestra bandera. Tal y como él mismo reconoció hace unos meses, ser abanderado es una "gran responsabilidad" y "supone el orgullo inmenso de representar a nuestro deporte, a España, en la mayor y más importante convocatoria deportiva del planeta". El Rey desfiló con paso firme y una gran sonrisa ante millones de espectadores en el mundo y bajo la atenta mirada de su hermana, la infanta Elena, que no pudo contener las lágrimas.
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Nos encanta ver imágenes tan espontáneas como ésta de la reina Silvia de Suecia. Acostumbrados a verles siempre cumpliendo con el protocolo a rajatabla, de vez en cuando se salen del 'guión' y se dejan llevar por sus emociones. Los padres de la princesa Victoria vivieron con mucha intensidad la final de Saltos Individual de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016 (Brasil) y celebraron por todo lo alto el triunfo del jinete sueco Peder Fredricson, que consiguió la medalla de plata.
En esos mismos JJOO vimos también a los reyes Guillermo y Máxima, que no quisieron perderse la final de barra de equilibrio, una de las cuatro modalidades de la gimnasia artística femenina. La holandesa Sanne Wevers consiguió el oro y tanto los soberanos como sus tres hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane, saltaron de la emoción para celebrarlo.
Dos años después de contraer matrimonio, don Felipe y doña Letizia protagonizaron una de sus primeras apariciones en público sin formar parte de ningún compromiso oficial. Fue el 24 de febrero de 2006, en los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebraron en Turín. La pareja real acudió a la final femenina de esquí alpino, en la categoría de eslalon gigante, en el puerto de montaña de los Alpes, Colle Sestriere. Se sentaron junto a más aficionados españoles que no dudaron en lucir la bandera con orgullo a pesar de que la participante de nuestro país, Carolina Ruiz Castillo, no consiguió llevarse ninguna medalla.
No obstante, los ahora reyes de España, nos regalaron imágenes de lo más peculiares: ataviados con un gran abrigo blanco con capucha, guantes gruesos para protegerse del viento y un gran interés que llevó a don Felipe a levantarse para aplaudir en más de una ocasión. Bajo una cortina de nieve, ambos protagonizaron algunos momentos románticos de su recién matrimonio.
Charlene de Mónaco quiso desde bien pequeña ser nadadora profesional y llegar a competir algún día en los JJOO. Pues bien, la princesa del Principado es una de las royals que ha participado en la competición defendiendo a su país de origen, Sudáfrica. Fue en el torneo que se llevó a cabo en Sidney, en el año 2000, en el que nadó en equipo de relevos 4x100, finalizando quinta.
Estas fueron sus primeras Olimpiadas aunque también quiso participar en las de 2008 que se celebraron en Pekín. Además, ha participado en un sinfín de torneos antes de convertirse en miembro de la familia monegasca y ha ganado varios títulos con su talento y disciplina deportiva.
La Familia Real británica es una auténtica aficionada a los deportes, y así lo han demostrado en numerosas ocasiones en las que hemos podido verles disfrutar y participar en torneos de polo, equitación o fútbol. Por tanto, no podían perderse una cita tan importante como la de los Juegos Olímpicos que se celebraron en Londres en 2012.
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Los príncipes Harry y Guillermo, junto a Kate Middleton, pasaron una divertida jornada durante el salto ecuestre que se llevó a cabo en el cuarto día de la competición. Una estampa de lo más familiar en la que ninguno de ellos dejó de aplaudir y hacer gestos de sorpresa y alegría cada vez que alguno de sus participantes favoritos sumaba puntos.
Pocos días más tarde, a esos mismos JJOO acudieron más miembros de los Windsor. Concretamente las princesas Beatriz y Eugenia y su madre, Sarah Ferguson, que vivieron de manera muy intensa la carrera de la ciclista británica Victoria Pendleton, quien obtuvo la medalla de oro en la categoría Keirin, que trata de que los competidores corran en una pista en círculos tras una persona que puede ir a motor o no. De ahí que las protagonistas de la imagen tengan un semblante tan feliz y efusivo, alegrándose de la victoria como si fuera suya y demostrando que son grandes aficionadas al deporte
Un poco más alejados en el tiempo nos encontramos con una instantánea protagonizada por la Princesa y actriz americana Grace Kelly junto a su esposo Rainero de Mónaco. Cuatro años después de que contrajeran matrimonio, la pareja decidió acudir al palco de honor de los Juegos Olímpicos que se celebraron en Roma en 1960. Grace, haciendo honor a su elegancia, llevaba un bonito sombrero con un gran collar y cargaba con unos prismáticos para no perderse detalle de la competición que se llevaba a cabo en el terreno de juego
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La princesa Ana ha sido uno de los máximos exponentes en equitación de la Familia Real británica. Tanto es así, que compitió en las Olimpiadas de 1976 que se celebraron en Montreal, Canadá. La fotografiada está tomada en el centro de hípica ubicado en la ciudad de Québec, donde la hija de Isabel II participó con orgullo y emoción a pesar de no conseguir ninguna medalla.
Entre 1986 y 1994 fue presidenta de la Federación Ecuestre Internacional, demostrado que su amor por los caballos es infinito. Una afición que ha legado en su hija, Zara Tindall, quien debutó en los JJOO de Londres en 2012 llevándose la medalla de plata.
En 1952 numerosos miembros de la realeza europea se reunieron en los Juegos Olímpicos que se celebraron en Helsinki, Finlandia. Entre ellos, la princesa Beatriz de los Países Bajos; su padre, Bernardo de Lippe-Biesterfeld; el príncipe Eduardo, duque de Kent; y el duque de Edimburgo.
Los cuatro vivieron una jornada muy emocionante en la que no dudaron en saltar, gritar y animar a los participantes de sus respectivas naciones. Beatriz, con tan solo 14 años, disfrutó junto a su padre de un evento deportivo al que seguramente nunca antes había participado y no pudo evitar ponerse en pie para celebrar una de las victorias tan ansiadas
Como sacado de una película de ficción, la reina Isabel II protagonizó uno de los momentos más épicos que siempre guardaremos en nuestra memoria para la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Custodiada por el mismísimo James Bond, interpretado por el actor Daniel Craig, la monarca camina decidida por los pasillos de Buckingham junto al agente encubierto y a sus dos mascotas corgis que conceden escenas de lo más divertidas.
Juntos se montan en un helicóptero con la bandera inglesa y se dirigen hacia el estadio de Wembley pasando y enseñando los lugares más emblemáticos de Londres. A su paso, la gente saluda y venera a la Reina, que finalmente acabó saltando en paracaídas en el centro del campo. Algo que, como es de esperar, fue realizado por dos dobles que imitaron a Isabel II y a Daniel Craig
Zara Tindall heredó la pasión por la equitación de sus padres. La princesa Ana, como ya hemos visto, participó en las Olimpiadas de 1976 y no ha dejado de realizar una de sus grandes aficiones: montar a caballo. Su padre, Mark Phillips, ganó la medalla de oro en los JJOO de Múnich en 1972 y la de plata en los de Seúl, dieciséis años después.
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Zara ha demostrado su talento en la hípica debutando en los Juegos de Londres celebrados en 2012 en la categoría por equipos bajo la atenta mirada de algunos de sus familiares más directos. La nieta de Isabel II consiguió hacerse con la medalla de plata, que recogía con una enorme sonrisa y emoción, siendo un enorme logro personal y para sus padres.
Los JJOO de Londres en 2012 congregaron a muchos miembros de la realeza europea y, sin movernos de ellos, encontramos a la princesa heredera Mette-Marit. Durante la final femenina de balonmano en la que competían Noruega contra Montenegro, la esposa de Haakon no pudo evitar sacar a la luz toda su euforia para animar a las participantes que finalmente consiguieron llevarse a su país natal la medalla de oro.
La Princesa es una gran deportista y le encanta realizar actividades al aire libre como senderismo, esquí o buceo. No obstante, a causa de la fibrosis pulmonar que padece, ha tenido que limitar estas actividades considerablemente.
Una de las cosas en común entre Alberto y Charlene es su afición por el deporte, tanto es así que el Príncipe también ha participado en los Juegos Olímpicos, y no solo una vez, sino hasta en cinco ocasiones; 1988, 1992, 1994, 1998 y 2002.
Nunca lo ha hecho en la edición de verano ya que su especializada reside en la disciplina de bobsleigh, un deporte que se caracteriza por descensos en trineo. En la imagen, aparece junto al que compitió durante los JJOO de invierno de 1988 en Calgary, Francia. Actualmente es miembro del Comité Olímpico Internacional.
A buen seguro que los Juegos Olímpicos de Roma 1960 forman parte de los mejores recuerdos en la vida de Constantino de Grecia. El hermano de doña Sofía fue uno de los relevistas que portó la llama olímpica en su camino desde el país heleno hasta la capital italiana y además fue abanderado. Pero no solo eso, logró hacerse con la ansiada medalla de oro al vencer en la clase Dragón de vela, categoría en la que años más tardes competiría don Juan Carlos. Se da la circunstancia que en la cita romana también estuvo doña Sofía, como parte del equipo reserva de vela, algo que ella misma recordaba durante su visita a los JJOO de Pekín 2008.
Al igual que hicieran la princesa Ana de Inglaterra o su hija Zara Tindall, Haya de Jordania también participó a lomos de su caballo en unos Juegos Olímpicos, los de Sydney 2000. La hermana del actual Rey de Jordania fue abanderada de su país, pero no pudo conseguir hacerse con una medalla. Aunque no volvió a tomar parte en otra competición olímpica, si formó parte del COI y su vida ha seguido ligada a la equitación, llegando a ser presidenta de la Federación Ecuestre Internacional.
Una pareja de royals para la que los Juegos Olímpicos es especial es la formada por Federico y Mary de Dinamarca. No en vano, se conocieron en los que se celebraron en 2000 en Australia, país natal de ella. Cuatro años más tarde, recién casados, los príncipe viajaban hasta Atenas para animar con gran entusiasmo a los deportistas de su país en la cita olímpica.
Desde entonces hemos podido verlos en diferentes citas olímpicas como la de Londres 2012 donde acudieron con sus dos hijos mayores. Estos que se celebran en Tokyo son significativos para el heredero de la reina Margarita ya que marcan su final como miembro activo del Comité Olímpico Internacional, labor que deja para centrarse en su deberes reales.
El rey Juan Carlos tiene una pasión por el mar, heredada de su padre, que lo ha llevado a participar en numerosas competiciones de vela durante toda su vida. Al igual que haría años después su hijo, don Juan Carlos participó en unos Juegos Olímpicos, en concreto en los del año 1972 celebrados en Munich. El padre de don Felipe fue miembro del equipo de vela en la clase Dragón con el barco 'Fortuna' (E-16) y quedó en la 15ª posición. En 2011 cedió la embarcación al Museo Olímpico y del Deporte Juan Antonio Samaranch de Barcelona
Ahora que en Tokio tienen lugar los Juegos Olímpicos, es una buena ocasión para recordar que Japón acogió los primeros JJOO de invierno que celebraban fuera de Europa y América del Norte. Fue en 1972 y los por entonces príncipes Akihito y Michiko demostraron su apoyo al evento deportivo animándose a patinar sobre hielo dados de la mano en la pista instalada en el parque Makomanai, en Sapporo. Para proteger las manos ante posibles caídas ambos llevaban guantes y Michiko apostó además por lucir un bonito sombrero blanco muy acorde con el entorno