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A sus sesenta y dos años, el príncipe Alejandro de Schaumburg-Lippe se ha casado tres veces. Y en el mes de octubre lo hará por cuarta vez. El jefe de la Casa de Schaumburg-Lippe, un antiguo principado soberano que se extinguió con la caída del Imperio alemán, en 1918, no solo puede presumir de tener una agitada vida sentimental, sino también de llegar a curiosos arreglos con sus exmujeres. El príncipe comparte su castillo de cuento, Schloss Bückeburg, con su primera esposa, la princesa Lilly Sayn-Wittgenstein-Berleburg, y con su tercera cónyuge, la pianista persa Mahkameh Navabi.
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Alejandro de Schaumburg-Lippe se divorció de Lilly Sayn-Wittgenstein-Berleburg en 2002, pero sigue siendo muy amigo de ella. De hecho, Lilly estuvo presente en la boda civil del príncipe con Navabi, celebrada el pasado mes de septiembre en el castillo familiar. Y también estará invitada a la boda religiosa y a la gran fiesta que está preparando el noble alemán para el mes de octubre. Alejandro y Navabi se tuvieron que casar en la más estricta intimidad debido a la pandemia. Ahora que la crisis sanitaria comienza a remitir, esperan tirar el castillo por la ventana a la vuelta del verano con una celebración de varios días.
Según ha podido saber ¡HOLA!, el príncipe de Schaumburg-Lippe y su mujer darán una fiesta que durará todo el fin de semana del 8 de octubre: el viernes habrá una cena en la que los hombres deberán llevar chaqueta y las mujeres, vestido de cóctel; y el sábado habrá un almuerzo que exigirá pamelas y tocados. Por la noche, el castillo se vestirá de gala: los caballeros deberán vestir de frac y lucir sus condecoraciones, y las damas, traje largo y tiara. Numerosos príncipes y princesas estarán invitados a lo que será una de las primeras fiestas post-covid de la realeza europea.
Una tragedia convirtió a Alejandro de Schaumburg-Lippe en jefe de esta antigua casa principesca alemana. Su hermano mayor, Jorge Guillermo, estaba destinado a ser la cabeza de esta familia con más de mil años de historia, pero falleció en un accidente de motocicleta en el verano de 1983, empujando a Alejandro a la primera línea de la sucesión. Desde entonces, él es el encargado de administrar el gran patrimonio de su familia, incluido el Castillo de Bückeburg, en Baja Sajonia. El palacio tiene más de 700 años de historia, está abierto al público y es un importante atractivo turístico en la zona. Algún día, su primogénito, Heinrich Donatus, considerado el nuevo soltero de oro de la realeza, heredará todo.
El príncipe siempre se ha casado en los regios salones de Bückeburg. En 1993 lo hizo con Lilly Sayn-Wittgenstein-Berleburg, madre de su hijo mayor y heredero; y en 2007 lo hizo con Nadja Anna Zsoeks, con quien tuvo dos hijas, las princesas Federica y Filomena. En 2018 se divorció y solo dos años después, en septiembre de 2020, se casó civilmente con la pianista persa Mahkameh Navabi. Ahora, el príncipe y su tercera esposa planean casarse por la iglesia en otoño. A la tercera va la vencida.