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El pasado 25 de mayo, Rania de Jordania volvió a dar una magistral clase de estilo durante la celebración del setenta y cinco aniversario de la independencia del reino hachemita. Una ceremonia en el palacio Raghadan, de Amán, donde la Reina lució un caftán bordado con el que quiso hacer un guiño a la artesanía de Jordania.
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Una elegante prenda —su favorita para este tipo de actos— que también lució su hija Salma, quien, a sus veinte años parece haberse convertido en la heredera de la elegancia de la esposa del Rey Abdalá II, considerada una de las mujeres mejor vestidas del mundo. La princesa, que es la primera mujer piloto de su país, también lució un caftán negro con bordados de colores. Un look étnico con el que subrayó su gusto por la moda y con el que recogió el testigo de su madre. Salma, la heredera de Rania, es una mezcla de sofisticación, tradición y frescura.