El “érase una vez” ha encajado en sus vidas desde su nacimiento, aunque en un cuento al revés: el de la realeza ‘anónima’. Un club que entronca con reinos y principados, pero sin obligaciones institucionales. Más que eso, con la misma sangre de reyes y príncipes, pero en posiciones muy alejadas de la corona . Todo un privilegio que viven con máxima discreción – muy alejadas de los medios de comunicación- y un halo de misterio.
No tienen trono, aunque sí títulos y distinciones; no sueñan con príncipes azules -viven entre ellos-; han crecido entre castillos y palacios; han estudiado en los mejores colegios y universidades, tienen la agenda perfecta, y todas con algo más en común: con o sin novio, todas están solteras…
Con muchos años por delante hasta que las casas reales vuelvan a desplegar el protocolo nupcial para los que han de reinar -entre ellos, Leonor de Borbón-, el foco se centra en ellas, saltándonos a otras princesas que por edad o vida pública -Alejandra de Hannover, Kako de Japón, las hijas de Rania, la Princesa Elisabeth von Thurn und Taxis, princesas las Habsburgo-Lorena-, el foco se centra en ellas, aunque sin olvidar a Alejandra de Hannover, Kako de Japón o a las hijas de Rania, quienes por su posición y su participación en actos oficiales, tienen mucha más presencia pública.
Alejandra de Luxemburgo, alteza real, Princesa de Nassau y de Borbón-Parma
Cumplió 30 años en febrero y es, de cinco hermanos -Guillermo, el heredero; Félix; Luis y Sebastián-, la única hija de los Grandes Duques de Luxemburgo.
Estudió Psicología y Ciencias Sociales en Estados Unidos y Filosofía, en París. Además, está graduada por el Trinity College, de Dublín y tiene una maestría en estudios interreligiosos, en la rama de resolución de conflictos por la Irish School of Ecumenics.
Ha trabajado como periodista en Oriente Medio y en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en Nueva York; y habla seis idiomas. Entre ellos, el español, además de luxemburgués, francés, inglés, alemán e italiano.
No tienen trono, aunque sí títulos y distinciones; no sueñan con príncipes azules -viven entre ellos-; han crecido entre castillos y palacios; y, con o sin novio, todas están solteras
Alexandra fue incluida en la línea de sucesión en 2011, tras el cambio de la ley de sucesión al trono, es titular de la Orden del León de Oro de la Casa de Nassau desde el año 2009, y concilia su mundo laboral con la agenda institucional, el voluntariado con refugiados, y el apoyo a diferentes plataformas. La princesa de Luxemburgo no tiene novio -al menos, no conocido-, le encanta la literatura, viajar, la danza y la gimnasia, dos disciplinas que sigue desde pequeña, y los deportes como el tenis y el esquí.
María Laura y Luisa María, princesas de Bélgica y archiduquesas de Austria-Este
Son hijas de la Princesa Astrid de Bélgica y el Príncipe Lorenzo, Archiduque de Austria-Este (nieto del último emperador de Austria y de la emperatriz Zita); y sobrinas del Rey Felipe de los belgas.
Tienen tres hermanos: el Príncipe Amadeo (1986), que renunció a sus derechos dinásticos para casarse con la periodista italiana, Lili Rosboch, con la que tiene dos hijos; el príncipe Joaquín (1991), más conocido por su noviazgo con la española Victoria Ortiz y por haber dado positivo por Covid-19, tras saltarse la cuarentena en España; y la Princesa Laetitia Maria, 2003.
Las dos hermanas crecieron en Villa Schonenberg , en el dominio del Palacio de Laeken, residencia oficial de los Reyes de los Belgas; y las dos son Archiduquesas de Austria-Este, Princesas imperiales de Austria, princesas reales de Hungría, Bohemia y de Módena y princesas de Bélgica, con el tratamiento de Su Alteza Imperial y Real.
María Laura Zita Beatrix Gerhard , octava en la línea de sucesión al trono, cumplió el 26 de agosto 32 años y vive en Londres, donde trabaja como analista en el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD). Estudió mandarín en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad SOAS de Londres; y en el Instituto Nacional de Lenguas y Civilizaciones Orientales, en París y vivió año y medio en China. Además de este idioma la princesa habla fluido francés, alemán y holandés (los idiomas oficiales de Bélgica) así como inglés. Aunque se la ha relacionado sentimentalmente con el conde Alexis de Warren, tampoco se le conoce novio.
Los linajes de las seis princesas se entrecruzan en un denso entramado genealógico entre la casa reinante de Bélgica, principesca de Liechtenstein y gran ducal de Luxemburgo
Su hermana, sin embargo, sí mantiene desde 2016 una relación con el príncipe Karl-Ilias von Auersperg-Bruenner al que conoció en la Universidad McGill, en Montreal. Karl-Ilias es hijo de del príncipe Karl von Auersperg-Breunner, vicepresidente ejecutivo del banco suizo Lombard Odier, y la joyera griega Demetria Lalaounis.
La princesa Luisa María Anna Martine Pilar (1995) -cumplió 25 años el 11 octubre- ocupa el noveno puesto en la línea de sucesión al trono belga y se parece a su prima, la princesa Elisabeth , futura reina de los belgas y a su abuela, la reina Paola, en su juventud ‘bella princesa Paola’.
Estudió Bachillerato en Kent (Reino Unido) y Ciencias Políticas, Historia y ruso en Canadá. Idioma que le permitió dar el salto a Moscú para trabajar en el equipo de producción Teatro Bolshoi, tras haber hecho practicas previamente en el Comité Olímpico Ruso.