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gettyimages 520466942 collage u30228164766imz© GettyImages

Harbour Island, en Bahamas

Descubrimos la isla paradisíaca que enamoró a Pablo y Marie-Chantal de Grecia… y a don Felipe y doña Letizia

Muchos miembros de la realeza celebran la Pascua en esta isla caribeña. Los Reyes lo hicieron en 2004, en vísperas de su boda


Actualizado 8 de marzo de 2021 - 18:41 CET

Falta poco para Semana Santa y los   royals  ya empiezan a hacer sus maletas para las vacaciones de Pascua. Las Bahamas es uno de los destinos preferidos de la realeza europea en estas fechas. Los príncipes Pablo y Marie-Chantal de Grecia tienen una casa a pie de playa en la Isla Harbour, en la que suelen pasar estas festividades. John Murray, cuarto conde de Dunmore y gobernador de Bahamas en el siglo XVIII, tenía una residencia de verano en este diminuto islote, famoso por su arena rosa y sus atardeceres cinematográficos, y fue quien lo puso de moda. Desde entonces, reyes, reina y príncipes recalan allí para huir del frío y el bullicio de la ciudad o, simplemente, para mantenerse bronceados durante todo el año.

Marie Chantal y Pablo Grecia© GettyImages

Pablo y Marie-Chantal de Grecia no están solos en la Isla Harbour. Tienen entre sus vecinos a India Hicks, ahijada del príncipe de Gales y nieta del último virrey de la India. La aristócrata suele recibir en su casa de la playa a royals, estrellas de rock y celebridades: desde el Rey Juan Carlos hasta Lenny Kravitz, pasando por Mick Jagger y Brooke Shields. Hicks acaba de publicar un libro lleno de anécdotas en el que, por ejemplo, revela que una vez invitó al padre de Felipe VI a cenar y el monarca no se presentó por una confusión de fechas.

Los Grecia también tienen de vecinos al aristócrata francés y banquero Olivier de Givenchy y a su mujer, Zoë. Olivier es sobrino del legendario diseñador Hubert de Givenchy y muy amigo de la familia real británica. De hecho, su hijo, Louis, fue uno de los pequeños pajes en la boda de la princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank, en 2018. Podría decirse que la relación entre los Windsor y las Bahamas se remonta hasta el siglo XVIII.

Marie Chantal y Pablo Grecia© GettyImages

El rey Jorge I de Gran Bretaña fue el primero en interesarse en este paraíso caribeño y nombró al primer gobernador real de las islas. Cuando Eduardo VIII abdicó como rey, en 1936, para casarse con la divorciada americana Wallis Simpson, su madre, María de Teck, lo envió a las Bahamas y le nombró gobernador de la isla. La reina también le lanzó una amenaza: si alguna vez regresaba a Gran Bretaña, le cortaría su suculenta asignación. En realidad, el duque de Windsor sentía demasiada simpatía hacia el régimen nazi y, al estallar la Segunda Guerra Mundial, su familia decidió “exiliarlo” a Nasáu para evitar mayores escándalos.

Al duque no le gustó la posición de gobernador y se refería a las islas como “una colonia británica de tercera clase”, pero terminó enamorándose de sus playas y su gente. Los Windsor compraron Sigrist House, una casa colonial española construida en la década de 1930 por el productor de cine británico y pionero en la aviación Frederick Sigrist. Vivieron allí hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando se instalaron en Francia. El año pasado, la propiedad salió a la venta por más de 9 millones de euros.

Spanish Royal Tour - Cuenca© GettyImages

La familia real española también ha recalado en Bahamas en más de una ocasión. Don Felipe y Doña Letizia pasaron unos días de descanso allí durante la Semana Santa de 2004. En vísperas de su boda, los actuales reyes eligieron ese destino para disfrutar de un adelanto de viaje de novios, acrecentando así la fama de estas islas de las Antillas, “el último refugio de la realeza”.