Jaisalmer, apodada como “La ciudad dorada”, está de fiesta. Esta antigua ciudad-fortaleza india, ubicada en la cima de una roca arenosa en el estado de Rayastán, ya tiene nuevo rey. Hace algunas semanas, el joven príncipe Chaitanya Raj Singh Bhati, descendiente del mismísimo Krishna, fue coronado maharajá del antiguo reino de Jaisalmer , que en su día formó parte de la Ruta de la Seda. Su padre, el anterior maharajá, Brij Raj Singh Bhati, falleció en diciembre a los cincuenta y dos años. Ahora, él, con solo veintisiete, ocupa el trono.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
En realidad, Jaisalmer dejó de ser un reino en 1947, cuando la India se independizó del imperio británico. Pero la ceremonia de coronación, que se celebra desde tiempos inmemoriales, tiene un enorme significado cultural y religioso para los habitantes de la ciudad. Para ellos, el maharajá es el guardián de las antiguas costumbres y tradiciones de esta tierra, y el responsable de preservar y promover el bienestar del pueblo. “Ser un maharajá consiste principalmente en ser el custodio de la cultura, que hoy es más importante que nunca en un mundo que se moderniza y globaliza rápidamente”, explica el príncipe en conversación con ¡HOLA!
Por las venas de este maharajá millennial -tiene cuenta de Instagram y LinkedIn- no solo corre la sangre de Krishna, sino también verdadera sangre azul, ya que su madre, Raseshwari Kumari, es una princesa de la familia real de Nepal. “La realeza de India debe aprovechar sus profundas relaciones con los pueblos de sus antiguos reinos para impulsar la conciencia social y el cambio”, apunta el príncipe, que estudió Ciencias Políticas en la Universidad SOAS de Londres, una escuela que se creó a comienzos del siglo XX para entrenar a los funcionarios británicos para sus destinos en el imperio.
“Ser un maharajá consiste principalmente en ser el custodio de la cultura, que hoy es más importante que nunca”
Chaitanya Raj Singh Bhati acaba de mudarse al palacio familiar en Jaisalmer. Él y su madre están trabajando para traer de vuelta el turismo y la gloria a esta tierra lejana, y para que se convierta en un centro de reforma, progreso, mecenazgo y cultura. El príncipe es ecologista y participa en varios proyectos de desarrollo sostenible en ámbitos como la agricultura, la conservación del agua, la educación y restauración del patrimonio. De hecho es pionero en la India en el cultivo de cáñamo industrial, también conocido como cannabis, la planta con la que se producen diferentes fibras textiles y la marihuana.
También está involucrado en la moda lenta y es un entusiasta de la ropa sostenible y fundador de una marca de moda basada en el cáñamo a la que ha llamado Natural Organic Material and Hemp o Nomh. En sus ratos libres ayuda a digitalizar la larga e ilustre tradición de música folclórica de Jaisalmer. Ya ha trabajado con la ONG Anahad Foundation para grabar canciones milenarias de las comunidades tribales manganiyar, melodías que corren riesgo de ser olvidadas.
-¿Cómo surgió su interés por la ecología?
-Surgió en mi infancia más temprana. Yo era un niño travieso y la curiosidad por la aventura me hizo disfrutar de muchas actividades al aire libre. Jaisalmer fue clave para que este interés ganara impulso: este rincón naturalmente hermoso y ecológicamente rico del desierto de Thar imita la naturaleza de una manera sostenible.
-¿Es el primer maharajá ecológico de la historia?
-No, no soy el primer maharajá interesado en la sostenibilidad ambiental. Sin embargo, al ser un rostro destacado entre los millennials de mi comunidad, creo que puedo dar a mi gente una plataforma y ayudar a las generaciones más jóvenes a ser más conscientes de sus responsabilidades con la naturaleza.
“No soy el primer maharajá interesado en la sostenibilidad ambiental”
-Está involucrado en muchos proyectos sostenibles, incluida una marca de ropa. Háblenos sobre este proyecto de moda…
-Sí, me considero un emprendedor social involucrado en varios proyectos de desarrollo sostenible, que van desde la agricultura, la educación, la conservación y restauración del patrimonio hasta la conservación del agua. Natural Organic Material & Hemp, también conocido como NOMH, nació con el objetivo de promover la moda lenta sostenible en el mercado indio mediante la educación y la difusión. Deseamos involucrar a las personas en las malas prácticas de la industria de la moda rápida y enseñarles cómo necesitamos un cambio a nivel individual. NOMH ha surgido de nuestro objetivo principal: cultivar cáñamo industrial en la India. Actualmente somos uno de los mayores titulares de licencias comerciales en el mercado indio del cáñamo y estamos promoviendo el resurgimiento del cultivo sostenible de cáñamo.
-¿Cómo fue su infancia?
-Crecí entre Delhi y Jaisalmer, con frecuentes viajes a Nepal para visitar a mi familia materna. Mientras estudiaba en Delhi, se me pedía que regresara a Jaisalmer para ejercer tareas ceremoniales con mi padre y mi familia. Me mudé a Londres en 2012 para estudiar Ciencias Políticas en la Universidad SOAS. Desde que me gradué, he pasado la mayor parte de mi tiempo en Jaisalmer involucrado en proyectos de educación de mujeres, agricultura, conservación del patrimonio y medio ambiente.
-¿Cuándo descubrió que algún día iba a ser maharajá?
-Como he venido a Jaisalmer para realizar deberes ceremoniales desde que era un niño, siempre supe y me hicieron comprender las complejas responsabilidades que el cargo conlleva. Si bien no esperaba ascender al trono a esta edad, mis ancestros me inspiran. Ellos ocuparon un puesto muy importante en la preservación de la cultura y el legado de Jaisalmer. Tuve una educación secundaria y universitaria perfectamente “normal”, pero siempre fui consciente de la gran responsabilidad que me esperaba algún día.
-¿Qué significa ser maharajá en el siglo XXI?
-Ser un maharajá es principalmente ser custodio de la cultura, que es aún más importante en un mundo que se moderniza y globaliza rápidamente. No es un puesto formal, pero espero poder usar el puesto ceremonial para ayudar a llamar la atención sobre las causas que me apasionan.
“Mis padres me enseñaron a ser amable y a tener los pies en la tierra”
-¿Cuáles cree que deben ser las obligaciones de un miembro de la realeza en estos tiempos?
-Creo que las familias reales de mi país deberían prestar atención al patrimonio arquitectónico, que en India está en rápida decadencia y desaparición, y hacer que estos monumentos sean proyectos fiscalmente viables. Esto también puede crear nuevas vías para generar espíritu empresarial y filantrópico. También pueden aprovechar sus profundas relaciones con los pueblos de sus antiguos reinos para impulsar la conciencia social y el cambio.
-¿Cuál es la mejor lección que le enseñaron sus padres?
-Bueno, mis padres y yo siempre hemos sido como compañeros de universidad porque ellos son muy jóvenes. Compartimos un vínculo especial ya que nuestra relación es muy transparente. Ellos me han enseñado que tengo que ser una persona amable y con los pies en la tierra.