Desde que se inició la pandemia mundial de coronavirus muchas cosas cambiaron. No solo los planes y proyectos de cada uno, sino también la forma de relacionarnos. Y, por supuesto, las medidas de higiene y seguridad para prevenirlo. En el seno de las Casas Reales europeas también se pusieron manos a la obra. Casi todas se reinventaron, pero todas tomaron precauciones para intentar que sus miembros no se contagiaran. Aún así, el COVID-19 no entiende de sangre azul o roja y a lo largo de estos meses han sido varios los que han terminado dando positivo en la enfermedad.
Los últimos en sumarse a la lista han sido precisamente Carlos Felipe y Sofia de Suecia quienes, por cierto, se convertirán en padres por tercera vez la próxima primavera. A finales de noviembre la Casa Real sueca emitió un comunicado en el que anunciaba que la pareja se encontraba en cuarentena después de presentar síntomas leves compatibles con la infección y de realizarse el test pertinente, que tuvo un resultado positivo. El matrimonio pasó el coronavirus confinado en su vivienda con los pequeños Alexander y Gabriel y sin complicaciones, al margen de la preocupación que el estado de Sofía de Suecia podía generar.
Días antes, fue el duque de Cambridge quien reveló que también había pasado la enfermedad, aunque en su caso lo hizo en abril. Eso sí, decidió ocultarlo para "no alarmar" a los ciudadanos británicos. "Estaban pasando cosas importantes y no quería preocupar a nadie", comentaba recientemente. Nadie se percató, pues él continuó con las reuniones telemáticas -mantuvo hasta 14 ese mes- y fue uno de los Windsor más activos en los meses duros del confinamiento.
En aquel momento, recordemos, el primer ministro Boris Johnson trataba de superar el COVID-19 y también el propio Carlos de Inglaterra, que a sus 71 años se confinó en Escocia con síntomas leves y buen estado general de salud. Como su hijo, no dejó de trabajar como había hecho en las semanas anteriores, cuando protagonizó un buen número de compromisos públicos. El príncipe de Gales y el príncipe Guillermo no han sido los únicos royals británicos que han contraído la infección. Hace pocas semanas, la princesa Michael de Kent, prima de Isabel II de Inglaterra, comenzó a sufrir "fatiga extrema y fiebre regular". El contagio pudo venir de una trabajadora cercana.
Si la princesa Michael de Kent fue una de las últimas en dar positivo, uno de los primeros miembros de la realeza en hacerlo fue Alberto de Mónaco. A mediados del mes de marzo el Palacio Principesco confirmó, comunicado mediante, que había contraído la enfermedad. Este royal también quiso seguir trabajando desde su oficina pese al positivo, dado que su estado no revestía gravedad. Su hija mayor, Jazmin Grace Grimaldi, tampoco se libró del COVID-19, aunque ella contrajo el virus en julio. A diferencia de los demás, ella sí reconoció haber los síntomas con fuerza y haberse encontrado delicada de salud. Quizá tenía que ver el hecho de que tenía patologías previas, concretamente asma.
El primer miembro de la realeza se contagió a principios de marzo y tuvo que aislarse en casa. Fue el jefe de la Casa de Habsburgo, nieto del último emperador de Austria-Hungría: Carlos de Habsburgo-Lorena. El archiduque, que lo confirmó él mismo a un canal de noticias, permaneció en cuarentena en su casa de la región de Baja Austria después de saber que un amigo suyo con el que había estado en contacto había dado positivo.
Hace solo unos días Tessy de Luxemburgo, exmujer del príncipe Luis y exnuera, por tanto, de los Grandes Duques, tuvo que aislarse en su domicilio. Fue precisamente ella la que se encargó de comunicar la noticia a sus seguidores. "Espero que hayáis comenzado diciembre con buen pie. Yo, desde luego, he empezado con una bomba", comenzaba diciendo en su mensaje. "Estoy mejor de la fiebre. Tengo mucho dolor, pero por lo demás bien. Me voy a ir a la cama después de esto", añadía la exmilitar, quien poco después se dejó ver incorporándose a su trabajo, esta vez mucho más recuperada.
En Bélgica no hubo uno, sino dos royals que dieron positivo en coronavirus. Por un lado, la princesa Claire, mujer del príncipe Laurent y cuñada del rey Felipe de los Belgas. Fue en marzo cuando contrajo la infección, algo que preocupó a la Familia Real dado que cuenta con patologías previas. Asimismo, dos meses después era Joaquín de Bélgica, sobrino del monarca, el que asistió a una fiesta en Córdoba junto a una treintena de personas y terminó contagiándose.