Masako de Japón ha celebrado este miércoles 9 de diciembre su segundo cumpleaños como emperatriz. Si en 2019 lo hizo con una declaración institucional emitida por la Agencia Imperial en la que hacía referencia al momento histórico vivido tras la entronización de su marido, Naruhito de Japón, en esta ocasión no le han dolido prendas y ha hablado sin tapujos de su salud, muy delicada desde hace años a cuenta de una depresión que reconoció, en 2004, la Casa Imperial.
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Así fue la cita nipona que se convirtió en la gran cumbre de la realeza mundial
En el discurso hecho público este año, Masako de Japón ha plasmado su deseo de poder "hacer más esfuerzos para recuperarme a fin de apoyar al emperador y cumplir con mi papel de emperatriz". En este sentido, no ha dudado en mostrar su mejor cara e intentar transmitir una imagen de confianza y positividad a los ciudadanos, sobre todo después de todos estos meses de pandemia mundial.
El delicado estado de salud de la emperatriz Masako
"Espero que podamos cooperar para superar estas dificultades", ha expresado, al tiempo que ha hecho hincapié en la importancia y el valor de la vida humana y en la gratitud a los que se han dedicado "día y noche a salvar la vida de muchos pacientes y prevenir la propagación de infecciones". La emperatriz, además, ha confesado que le ha producido mucho dolor ser consciente del nivel de destrucción causado en todo el mundo por el coronavirus.
Masako de Japón promete recuperarse de la depresión
La mujer del emperador Naruhito ha manifestado también su intención de que su hija Aiko, de 19 años, siga "aprendiendo de los demás y pase su último año como adolescente con un espíritu rico". Cabe recordar que a partir de 2021, la joven, que se graduó la pasada primavera en una ceremonia atípica, comenzará a cumplir con sus deberes oficiales como miembro adulto de la Familia Imperial.
Hasta ahora, apenas habíamos sido testigos de sus impresiones acerca del futuro de su hija, de la situación actual y, principalmente, de su estado de salud. Quien si habló hace unos meses sobre la depresión de Masako fue su marido, el emperador Naruhito, que coincidiendo con su 60º cumpleaños ofreció una rueda de prensa a principios de este año y confesó que no le gustaba que se sobrecargara de trabajo, dado que suele estar "muy cansada durante un tiempo después de ceremonias largas o de muchos actos seguidos". "Aún tiene altibajos", añadió por aquel entonces.
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