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La Familia Imperial tiene cada vez menos miembros

¿Cómo frenar la 'cuenta atrás' para las princesas japonesas? El Gobierno explora una posibilidad

Se estudia dar un título honorífico a las mujeres de la Casa Imperial para que puedan seguir representando a la institución después de casarse con un plebeyo


Actualizado 29 de noviembre de 2020 - 2:40 CET

Desde hace un tiempo venían soplando aires de cambio desde Japón. Sin embargo, ahora sí hay una propuesta sobre la mesa para resolver el problema en torno a las mujeres de la Familia Imperial japonesa. Hay que recordar que, según la ley actual, las princesas que se casan con plebeyos deben abandonar la familia y no pueden asumir ningún tipo de representación institucional. Así es como boda tras boda, la Familia Imperial ha ido menguando hasta tener muy pocos miembros en activo. Tras años de rumores, ahora el Gobierno tiene un plan para resolver el problema.

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© Gtresonline

Las hermanas Kako y Mako son las sobrinas del actual emperador y las hijas del príncipe hedero.

 

Antes de todo conviene señalar que, si hay una institución reticente a los cambios, en la que los cauces son lentos y que se contemplan con meticulosidad las tradiciones milenarias, esa es la Casa Imperial japonesa. Sin embargo, algunos cambios ya se han introducido, como la posibilidad de que un emperador abdique, algo que no se contemplaba, por lo que rogó el emperador Akihito y que al Ejecutivo le costó dos años sacar adelante ante las reticencias de los sectores más conservadores del país.

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Una imagen de Aiko, la princesa Toshi, a la salida de la universidad en Tokyo. Ella es la única hija que han tenido los actuales emperadores, Naruhito y Masako.

En ese sentido, los tiempos del cambio podrían estar en marcha y Japan Times anuncia que “el gobierno está considerando otorgar un nuevo título honorífico a las mujeres de la Familia Imperial que pierden su estatus después del matrimonio para que puedan participar en deberes públicos”. El citado medio ya advierte que es un cambio “controvertido” y recuerda que es una línea que se ha explorado sin éxito en ocasiones anteriores. Dados los antecedentes, el Gobierno explora la opción de crear una legislación especial para ello en lugar de tratar de reformar la Ley de la Casa Imperial.

© Getty Images

La princesa Mako con Evo Morales, entonces Presidente de Bolivia, durante un viaje oficial.

El tiempo se agota para las princesas; tanto para Aiko, hija de los emperadores Naruhito y Masako; como para las hermanas Mako y Kako, hijas del príncipe heredero Akishino. Sobre todo, para Mako, que sigue adelante con sus controvertidos planes de boda con su compañero de universidad. Hay que recordar que su boda fue aplazada en varias ocasiones, en principio por temas económicos de la familia del novio, pero que ahora, cuando el Gobierno anuncia esta propuesta, hace sospechar que podrían estar esperando a ver en qué concluye este plan del ejecutivo. Aunque el citado medio advierte que, si esta ley sale adelante, Sayako Kuroda, la hermana del actual emperador que tuvo que dejar la casa en el año 2005 para casarse, recuperaría sus derechos.

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La nueva generación de la Familia Imperial (en segunda fila) está formada por tres mujeres (las princesas Mako, Aiko y Kako) y un solo hombre, el príncipe Hisahito, en único que en la línea de sucesión.

Lo cierto es que analizándolo desde fuera resulta cuanto menos poco práctico, ya que las princesas de la Casa Imperial reciben una esmerada y costosa educación internacional y una larguísima preparación encaminada a la representación institucional. A lo largo de años contemplan todo el protocolo imperial desde dentro, demuestran ser buenas embajadoras y estar capacitadas para cumplir con un papel exigente. Llegados a este punto, cuando mejor preparadas están y más contactos diplomáticos han acumulado, tienen que abandonar su título y su papel si quieren formar una familia. Así es con el Emperador cuenta cada vez con menos activos que apoyen su labor. Ahora, cuando la nueva generación de la Familia Imperial está formada por tres mujeres y un solo hombre, el príncipe Hisahito, queda claro que el futuro no será nada fácil para él ya que no contaría con nadie de la casa a su lado.