Nadie sabe más sobre las joyas de la realeza europea que Dimitri de Yugoslavia, hijo del príncipe Alejandro de Yugoslavia y de la princesa María Pía de Saboya. Dimitri desciende de Catalina la Grande, Luis XIV, los Médici y está emparentado con prácticamente todas las casas reales: la italiana, la griega, la rusa, la danesa, la belga… Conoce cada detalle sobre los joyeros de las reinas de Europa y, por lo tanto, sobre sus historias de amor (sus padres se conocieron durante el crucero Agamenón, el mismo en el que se enamoraron Don Juan Carlos y Doña Sofía).
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Sin embargo, tardó en dedicarse al destellante mundo de la joyería. A comienzos de la década de 1980, tras estudiar Derecho en la Universidad de París y especializarse en Leyes Mercantiles, se mudó a Nueva York para probar suerte en Wall Street. Aquella aventura no duró mucho. En 1984, con casi veintisiete años, entró a trabajar en el departamento de joyería de Sotheby’s y, dieciséis años después, comenzó a diseñar sus propias piezas. Entre sus clientas figuran grandes damas de sociedad -véase Carolina Herrera- y reinas, incluida Doña Letizia.
Tras más tres décadas de carrera en el mundo de las piedras preciosas, ahora publica Once upon a diamond. A family tradition of royal jewels (Había una vez un diamante), de la mano de la Rizzoli. En este libro, el príncipe Dimitri entra en el joyero de sus distinguidos parientes y descubre los secretos y tesoros más fabulosos de la realeza.
-¿Usted es el primer príncipe joyero?
-No. En realidad, había un pariente mío en el siglo XIX, el príncipe Bojidar de Serbia, que era artista y ya diseñaba joyas.
-¿Cómo se enamoró de este mundo?
-Cuando era niño, recuerdo las joyas que usaba mi madre cuando iba a cenas y fiestas…
-¿Cuál de esas joyas no ha podido olvidar?
-Los fabulosos pendientes de perlas naturales en forma de pera de mi madre y el increíble anillo de esmeralda cabujón en forma de pan de azúcar de mi abuela, la princesa Olga de Grecia y Dinamarca.
-De todos sus antepasados reales, ¿quién tenía las mejores joyas?
-La gran duquesa Vladimir. Se decía que la suya era la colección más importante del mundo después de la que tenía la corona rusa. La suya se salvó milagrosamente de la revolución de 1917. Lo cuento en mi libro. Es asombroso.
-Su familia materna, los Saboya, eran muy cercanos a Alfonso XIII y Victoria Eugenia. ¿Cómo definiría las joyas de la Familia Real española?
-Tienen joyas maravillosas. Hay una tiara de Mellerio hecha de conchas de diamantes e increíbles gotas de perlas que me encanta. La pieza más sorprendente fue el collar de esmeraldas de la reina Victoria Eugenia, a la que llamábamos tía Ena. La Emperatriz Eugenia de Francia era su madrina, de ahí que se llamara Eugenia. La viuda de Napoleón III le regaló una caja con un abanico con motivo de su boda con el Rey de España. Bastante poco impresionante. Ena dio las gracias cortésmente y guardó la caja en un cajón. Muchos años después, mientras ordenaba sus cosas, se encontró con la cajita, la abrió, tomó el abanico y, para su sorpresa, descubrió diez enormes esmeraldas colombianas de talla cuadrada de la mejor calidad. Hizo que Cartier hiciera uno de los collares más fabulosos de la historia junto con un anillo y un broche. Era demasiado tarde para agradecer a la emperatriz Eugenia porque ya había muerto. La tía Ena nos visitaba a menudo en París. Era amable y gentil y siempre traía los dulces más deliciosos para los niños.
-La Reina Letizia tiene un par de pendientes muy bonitos diseñados por usted. ¿Le gusta su estilo?
-Tiene muy buen gusto. Su estilo es joven, fresco, sencillo y chic.
-¿Los Windsor siguen teniendo la mejor colección de joyas del mundo?
-Sí, a día de hoy la Familia Real británica tiene la mejor colección. Los holandeses y los suecos también tienen colecciones fabulosas.
-¿Las joyas son solo para mujeres?
-¡No! Antes, los hombres de la realeza usaban joyas. Eran un símbolo de poder en la Edad Media y el Renacimiento, y también en la India. Las joyas de los maharajás indios son absolutamente fantásticas. Yo hago joyas para hombres. Pueden verlas en mi web: www.princedimitri.com