Pocas bodas han dado tantas vueltas, y mucho menos en la Familia Imperial, como la de Mako de Japón, sobrina del actual Emperador e hija del Heredero. La ceremonia para casarse con su compañero de universidad, Kei Komuro, se aplazó alegando motivos de “inmadurez”, sin embargo, acto seguido, la situación económica y, sobre todo, las deudas de la familia del novio salieron a la luz. Ahora, medios de comunicación japoneses, aseguran que esos planes de boda no están del todo olvidados. La pareja mantiene la esperanza mientras les separa el océano Pacífico.
Aunque la prensa japonesa, generalmente muy respetuosa y prudente con todo lo relacionado con la Familia Imperial, cuente que la boda “permanece en el aire en medio de la pandemia de coronavirus”, lo cierto es que esa boda se quedó en el limbo mucho antes de que estallara la crisis sanitaria a nivel mundial. De hecho, el novio puso tierra de por medio en agosto de 2018, después de que los medios Shukan Josei y Shukan Bunshun publicaran que su madre no había devuelto el dinero que había pedido prestado para sus estudios en la Universidad Cristiana Internacional de Tokio en la que conoció a la Princesa.
Ahora Japan Times advierte que Kei Komuro permanece en Nueva York, concretamente en la facultad de derecho de la Universidad de Fordham y que será el próximo año cuando se presente al examen de abogacía en los Estados Unidos. Mientras, Mako de Japón ha continuado en Tokio con su vida de Princesa, es decir, desempeñado algunas actividades institucionales como parte de la Familia Imperial, asistiendo a conferencias online sobre el impacto de la pandemia y con el apoyo de su hermana y amiga fiel, la princesa Kako, que rompió una lanza públicamente por el matrimonio de su hermana aunque le costara algunas críticas.
¿Significa esto que la pareja ya no tiene en mente pasar el resto de su vida juntos? No necesariamente. Según el citado medio nipón, una fuente familiarizada con la pareja afirma que “todavía planean casarse y comunicarse con frecuencia a través de vídeo llamada”. Así que hay esperanza para la pareja. En este sentido hay que recordar que el padre de la novia, Fumihito, Príncipe Heredero Akishino, instó a la familia de Kei Komuro a solventar cualquier problema para que la boda pudiera celebrarse.
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A los problemas económicos, el tiempo transcurrido y la distancia en la que vive la pareja, se le ha sumado las restricciones impuestas por el coronavirus. “No podemos anticipar (los acontecimientos relacionados con la boda) debido a la inesperada pandemia de coronavirus” ha dicho un funcionario de la Agencia de la Casa Imperial al citado medio, recordando que también están “pospuestas de forma indefinida” otras celebraciones como las ceremonias de proclamación del Príncipe Heredero. Desde luego, si vencen todos y cada uno de los obstáculos que han ido surgiendo desde que anunciaron su compromiso, el amor de Mako de Japón y Kei Komuro es a prueba de bombas.