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La pandemia provocada por el coronavirus ha paralizado países y tiene confinados a millones de personas en todo el mundo. El COVID-19 no se detiene ante nada y ante nadie y está siendo especialmente cruento en las zonas del mundo que están afectadas por guerras, como en Siria. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha pedido un alto el fuego para que se detengan todos los conflictos bélicos y se pueda hacer frente común contra la epidemia. Un llamamiento que ha hecho suyo la princesa Haya mensajera de la paz de la ONU, después de ganarle una batalla judicial a su exmarido, el emir de Dubái.
La hermana de Abdalá de Jordania ha querido compartir unas declaraciones en su calidad de representante de las Nacionaes Unidas para “apoyar el cese del fuego global hecho por el secretario general @antonioguterres”. “Es hora de enfocarnos juntos en la verdadera lucha de nuestras vidas, el COVID-19. Nos enfrentamos a una crisis global como ninguna otra que hayamos visto antes. Mientras tanto, los conflictos armados continúan en todo el mundo y los más vulnerables pagan el precio más alto. Hacemos un llamamiento a toda la humanidad para que se inspiren en los actos de solidaridad, cooperación y amabilidad que han mostrado los gobiernos, las comunidades y las personas de todo el mundo. La Historia recordará este acto de coraje colectivo”, ha finalizado.
- Haya de Jordania, la princesa que sí consiguió ganar una batalla al todopoderoso emir de Dubái
De esta manera, la Princesa, de 45 años, ha querido poner en valor su trabajo en la ONU después de unos meses muy duros marcados por su guerra en los tribunales contra el emir de Dubái, con el que se casó en 2004, convirtiéndose en su sexta esposa, y del que huyó en la primavera de 2019.
© Getty ImagesHace justo un mes, la Princesa conseguía ganarle una batalla a su todopoderoso exmarido, uno de los hombres más ricos del mundo, después de que la Justicia británica dictaminara que el jeque la amenazó y de que emprendió una campaña de miedo e intimidación contra su exmujer. Además, el tribunal considera que secuestró a dos de sus trece hijas, nacidas de matrimonio anteriores. La princesa Shamsa huyó de Palacio en el año 2000 y buscó protección en el Reino Unido hasta que los agentes de su padre la encontraron y la llevaron de regreso a los Emiratos Árabes, donde está retenida y supuestamente sedada. Por su parte, la princesa Latifa intentó huir en 2002, donde fue encarcelada por su padre tras ser interceptada. Años más tarde, en 2018 intentó marcharse de nuevo, pero fue encontrada en la India. Desde entonces permanece en arresto domiciliario. Latifa consiguió grabar un vídeo en el que contaba los abusos sufridos por su padre, unas imágenes que sirvieron como prueba para el juez.
De una huida en secreto al juicio por el divorcio: las decisiones de Haya de Jordania
