Los reyes de Bután han presentado su primer retrato familiar desde que confirmasen que estaban esperando su segundo hijo para esta primavera. Los monarcas han posado junto a su primogénito, el príncipe Gyalsey, que con tan solo tres años acompaña a sus papás en muchos de sus compromisos acaparando todo el protagonismo con su profesionalidad y ternura. Aunque la adorable sonrisa del pequeño capta, como es habitual, todas las miradas, en esta nueva imagen el foco recae sobre la Reina, ya que es la primera vez que la vemos embarazada de su segundo bebé.
La familia posa en un salón con la vestimenta tradicional que acostumbra a lucir, mientras el príncipe dragón se abraza a la pierna de su padre, el rey Jigme Khesar Wangchuk, lanzando una mirada pizpireta a la cámara. Jetsun Pema aparece con las manos rodeando su tripita, cuyas curvas premamá quedan perfectamente disimuladas gracias a la chaqueta dorada que lleva sobre una falda larga. La imagen, compartida en sus respectivas cuentas oficiales, pronto se llenaba de emojís de corazones y buenos deseos para los reyes de este pequeño país del Himalaya.
En Bután el principal indicador de desarrollo del país es la Felicidad Nacional Bruta y, al menos en el Palacio Kingkana, la residencia oficial de la Familia Real, los índices probablemente se hayan disparado en estos meses de feliz espera. Con la llegada de su segundo hijo, los monarcas abren un nuevo capítulo de una historia de amor que sellaron el 13 de octubre de 2011 con una romántica boda a la que asistieron unos 1.500 invitados. Cinco años más tarde daban la bienvenida a su primer hijo. Aunque el Rey podrían tener varias esposas, renunció a la poligamia brindando un barniz de modernidad a la monarquía butanesa.
La Reina, de 29 años, goza de una gran popularidad en el país. La joven tiene formación universitaria y ha estudiado en India y en Reino Unido. Es una aficionada a la pintura y al baloncesto y su esposo solo tiene palabras de auténtica devoción hacia ella. "Es un ser humano maravilloso, inteligente. Compartimos una gran cosa en común: el amor y la pasión por el arte", aseguró el Rey tras su boda.