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kalina bulgaria01© David Nivière

La princesa Kalina de Bulgaria nos enseña su cara más desconocida: la de artista

Todo el mundo sabe que la hija de los Reyes Simeón y Margarita es una amazona de élite y deportista consagrada a la aventura, ahora nos descubre su faceta artística


Actualizado 17 de febrero de 2020 - 13:26 CET

La baronesa Mathilde de Rothschild, heredera de la famosa dinastía de banqueros, fue pionera en el coleccionismo y mecenazgo de lo que algunos llaman 'necroarte', una curiosa y poco conocida corriente artística que consiste en utilizar los huesos de animales como lienzos en blanco para plasmar representaciones figurativas o abstractas. Tras su muerte, en 1924, la baronesa donó su colección de calaveras ­-têtes de mort- y piezas macabras al Museo de las Artes Decorativas de París. Hace un par de años, la Fundación Bemberg, creada por el rico mecenas franco-argentino Georges Bemberg, expuso por primera la espectacular colección de Rothschild en el Hotel de Assézat de Tolouse. La exposición, un éxito de críticas y visitas, fue bautizada como Même pas peur!: ¡Ni siquiera asustada! La princesa Kalina de Bulgaria tampoco le tiene miedo a los huesos. Pero la hija de los Reyes Simeón y Margarita no colecciona obras de este tipo, ella las crea con sus propias manos.

kalina-bulgaria2© David Nivière
Su casa en Rabat, en la que vive con su marido, el aventurero y sexplorador Kitín Muñoz, y con su hijo, el príncipe Simeón-Hassan, es un pequeño museo de su arte.

"Paso muchas horas en el bosque, paseando a caballo y con mis perros. Como me interesa el arte, cuando vi los huesos en el suelo del bosque de Dar es-Salam, en Rabat, enseguida vi una oportunidad en sus formas y los coloqué en las plantas de mi jardín integrándolos en la decoración", explica la princesa a ¡HOLA! Pero en su caso no solo siente fascinación por los huesos. "También he recogido troncos de árboles caídos en los bosques de nuestra casa de Borovest, en Bulgaria; raíces con formas peculiares que me llaman la atención; piedras con formas de corazón; corales y fósiles del desierto del Sahara", añade.

kalina-gtres© Gtresonline
Todo el mundo conoce la vena de la princesa Kalina como deportista y amazona de élite, su consagración a la aventura e incluso su original sentido para vestir.

Ahora, su casa de Rabat, en la que vive con su marido, el aventurero y explorador Kitín Muñoz, y con su hijo, el príncipe Simeón-Hassan, es un pequeño museo de su arte. En muchos rincones del jardín hay restos óseos y fósiles intervenidos por ella, camuflados con la exuberante vegetación.Todo el mundo conoce la vena de la princesa Kalina como deportista y amazona de élite, su consagración a la aventura e incluso su original sentido para vestir. Pero hasta ahora poco se sabía, al menos públicamente, sobre sus inquietudes artísticas. "Tengo formación y estudios dentro del arte, pero después he desarrollado esa faceta como autodidacta. Sí hay mucha gente que conoce esta parte de mí. Artistas búlgaros de diferentes disciplinas lo saben; también en París, Madrid, Múnich, Londres y Nueva York", aclara ella. "Mis obras han llegado más lejos y me piden que exponga".

-¿Y por qué todavía no hemos visto una exposición de sus obras?

-Me lo han sugerido en varias ocasiones. Si algún día lo hiciera, tengo claro que la primera exposición sería en Bulgaria.

nicolas-grecia-getty-1© Getty Images
La princesa no sería el primer miembro de una familia real europea que se dedica al arte. David Armstrong-Jones, conde de Snowdon y sobrino de la Reina de Inglaterra, es un exitoso ebanista. El príncipe Nicolás de Grecia, hijo de los Reyes Constantino y Ana María, es fotógrafo.

La princesa no sería el primer miembro de una familia real europea que se dedica al arte. David Armstrong-Jones, conde de Snowdon y sobrino de la Reina de Inglaterra, es un exitoso ebanista. El príncipe Nicolás de Grecia, hijo de los Reyes Constantino y Ana María, es fotógrafo. El jeque Hassan bin Mohamed bin Ali Al Thani, nieto del Rey de Qatar, es artista. El príncipe Rostislav Rostislavovich Romanov de Rusia es pintor de paisajes. La lista es interminable.

Pero podría decirse que Kalina es única en su tipo. Lleva el arte en los huesos, aunque está diversificando los materiales con las que trabaja. "No solo trabajo con huesos en particular, si con no todas las formas artísticas en general, incluso las telas, los complementos y las fragancias", se apresura a decir. Algunos couturiers y creadores de perfumes le han ofrecido colaboraciones con ellos. También le apasiona la fotografía. "He hecho cientos de fotos de momentos especiales o en los que capturo un instante, una postura, un atuendo, un estado de ánimo… También me gustan los autorretratos. Mucho antes de que salieran los populares selfies, yo ya tenía muchos autorretratos hechos con Polaroid y cámaras de fotos convencionales". El mero hecho de hablar con Kalina de Bulgaria ya es arte.