El año que está a punto de despedirse le ha traído a Kako de Japón grandes momentos. La Princesa se graduó el pasado marzo en Psicología y Artes Escénicas por la Universidad Internacional Cristiana de Tokio y antes de expirar 2019 ha hecho su primer viaje oficial al extranjero con ocasión del 150.º aniversario de las relaciones diplomáticas de Japón con Austria y Hungría. Aquellas semanas anteriores al relevo en el trono del Crisantemo brindó el mayor apoyo posible al futuro Emperador y, cuando se produjo la histórica sucesión, asistió por supuesto a la entronización de su tío. Y, como lo que bien empieza bien acaba, corona este año con la celebración de su 25.º cumpleaños en el Palacio Imperial rodeada de su familia.
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El mismo domingo 29 de diciembre, fecha de su cumpleaños, la princesa Kako celebraba radiante sus 25 inviernos arropada por sus seres queridos. La Princesa, que hace unos años debutó como una de las princesas más elegantes de la semana en los análisis de moda de realeza de HOLA.com, asistió con un conjunto vainilla y una sonrisa igual de dulce a su encuentro con sus abuelos, los antiguos emperadores Akihito y Michiko, en Palacio. La acompañaba su hermano pequeño de 12 años, el príncipe Hisahito, segundo en la línea de sucesión al trono después de su padre, el príncipe Fumihito, hermano del actual emperador Naruhito, debido a la ley sálica vigente que da prioridad a los familiares varones del Emperador. Aunque cada vez se alzan más voces a favor de poner sobre la mesa la cuestión de la reforma legal para reivindicar los derechos sucesorios de la princesa Aiko, única hija de los emperadores Naruhito y Masako, y así la igualdad de género.
La propia Kako de Japón también demanda mayor flexibilidad de esas mismas rígidas normas japonesas por las que las princesas imperiales que contraen matrimonio con un plebeyo pierden su condición imperial. Su hermana, Mako de Japón, correría la misma suerte si algún día siguiera adelante con sus planes de boda con su prometido Kei Komuro. De hecho llegó a renunciar al título real en su día, pero su novio no era del gusto de la familia por este y otros motivos y el enlace se ha ido posponiendo desde 2017 hasta la fecha. En su deseo de romper las reglas, la princesa Kako rompió una lanza a favor de su hermana: “Me gustaría que mi hermana pueda cumplir sus sueños, porque creo que lo importante es lo que sienten el uno por el otro”, declaró en su graduación.
Además de buena hermana, Kako de Japón es buena princesa. Su padre, el príncipe Fumihito, primero en la línea sucesoria tras el Emperador, ha presumido con orgullo en una rueda de prensa del esfuerzo con el que ella prepara cada compromiso oficial al que debe asistir. Una de sus últimas demostraciones de su entrega a la causa monárquica ha tenido ocasión en su primer viaje oficial al extranjero. La princesa Kako puso rumbo a Austria y seguidamente a Hungría, donde realizó importantes labores de representación y siguió los pasos que su padre había dado diez años atrás.
No solo las sus obligaciones reales rigen su vida. La Princesa disfruta del patinaje sobre hielo y de la hípica en su tiempo libre; ha tenido la oportunidad de estudiar en Inglaterra gracias a un programa de intercambio de un año con la Universidad de Leeds, y alguna vez ha pasado las merecidas vacaciones en nuestro país. Esperamos que también en 2020 abunden los grandes momentos.