Preocupación por el estado de salud de Michiko de Japón
La mujer del emperador Akihito, de 85 años, se sometió a una operación de cáncer de mama el pasado septiembre
Japón está en vilo por el estado de salud de la emperatiz Michiko, esposa de Akihito y madre del reciente emperador del país, Naruhito. Su Majestad Imperial tiene 85 años y el pasado septiembre fue operada con éxito de un cáncer de mama. Desde entonces, ha sufrido fuertes vómitos en varias ocasiones y no se ha recuperado de la drástica bajada de peso que sufre desde primavera, aunque la Agencia de la Casa Imperial asegura que su actual estado se debe al estrés y no al tratamiento hormonal al que se ha visto sometida a raíz de su tumor.
Aunque la Casa Imperial festejó por todo lo alto la entronización del nuevo emperador, Naruhito, lo cierto es que para Michiko ha sido un año muy difícil que le ha pasado factura en su bienestar emocional. El pasado 30 de abril su marido, Akihito, abdicó al trono, una situación que resultó muy estresante para su esposa y de la que aún no se ha recuperado. Desde entonces, la emperatriz no ha logrado recuperar su peso, que sumado a su avanzada edad ha generado una gran preocupación en el Trono del Crisantemo.
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El tumor en su pecho izquierdo- detectado durante una ecografía- y estos nuevos problemas se suman a otros achaques que han debilitado mucho a la emperatriz Michiko en los últimos tiempos. El pasado mes de junio se le diagnosticó una anomalía en una válvula del corazón y un ritmo cardíaco irregular. Desde entonces se somete a controles cardíacos frecuentes y se la recomendó reposo y una vida sosegada. Solo unos días antes, fue sometida a una cirugía de cataratas en ambos ojos. También con anterioridad, la presión mediática le provocó que perdiera la voz durante unos meses: primero en 1960 y, después, en 1993.
Más tarde le diagnosticaron fatiga psicológica, una patología que ahora vuelve a dar la cara, unida a una gastritis crónica producida por los apretados cinturones para los kimonos que exige el férreo protocolo japonés.
Michiko y Akihito se someten a controles médicos dos veces al año y está programado un nuevo chequeo para finales de este mes, aunque la Agencia de la Casa Imperial ha apuntado que se les realizarán pruebas siempre que sea necesario.
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