La batalla entre el emir de Dubái y la princesa Haya continúa. Lejos de acercar posturas, la expareja no piensa dar su brazo a torcer y ahora se ha abierto un nuevo capítulo en su tormentosa separación. Este martes, la hermana del rey de Jordania y Mohamed Bin Rashid tenían que haberse visto las caras en los tribunales británicos, pero el gobernante la dejó plantada porque estaba en una subasta de caballos.
Mientras Haya acudía a una audiencia preliminar en el Tribunal Superior de Londres para velar por el futuro de sus dos hijos, Jalila, de 11 años, y Zayed, de 7. El emir fue visto no muy lejos de allí. En concreto en la ciudad de Newmarket, a menos de dos horas en coche de la capital inglesa, según informa la prensa del país. Allí participó en la subasta de caballos Tattersalls, una de las casas líder del mundo en el sector equino. Mohamed Bin Rasid es una gran amante de los caballos y tiene alguno de los mejores ejemplares del Reino Unido. Además, es un invitado asiduo a Ascot, carreras a las que acudía con la Princesa y sus hijos.
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Parece que al emir la batalla legal contra su exmujer no parece importarle en exceso, pues mientras ella acudía a su cita con la justicia él se gastó más de tres millones y medio de euros en comprar un nuevo caballo de carreras para su fabuloso establo Godolphin. La subasta por el potro Dubawi estuvo muy reñida, pero el emir, uno de los hombres más ricos del mundo, logró hacerse con el animal.
La presencia del mandatario no era imprescindible en la subasta, ya que su corredor podía haber gestionado la compra y así, él personarse en los juzgados. Sin embargo, parece que con este movimiento el mandatario ha dejado claras sus preferencias. “Él es el jefe y es absolutamente fundamental en toda la toma de decisiones. Es genial para todos nosotros que tenga tiempo para venir a estas ventas, no solo para que compremos los caballos, sino para toda la industria”, dijo Anthony Stroud, de la cuadra del emir al medio especializado Racing Post.
Por razones legales, los detalles de la audiencia del martes no pueden ser revelados, aunque ambas partes sí ha informado con anterioridad que sus desavenencias son por el bienestar de sus dos hijos y no por asuntos económicos. La abogada de la princesa es Fiona Shackleton, conocida como magnolia de acero, mientras que Helen Ward, la gran dama de los divorcios, representa los intereses del emir. La Princesa ha pedido la custodia de los niños y apela a que haya una orden de protección para que ninguno de ellos tenga que tener un matrimonio forzado. Su todavía marido ha exigido el retorno del sumario a Emiratos Árabes, pero la princesa, su sexta esposa, se ha amparado en la justicia británica.
La princesa Haya huyó del emirato el pasado mayo con sus dos hijos y se instaló en una mansión que posee en el barrio londinense de Kensington valorada en 95 millones de euros. Conoció al emir en Jerez de la Frontera durante los Juegos Ecuestres mundiales de 2002 y dos años más tarde se casaron. Haya, hermana del rey Abdalá de Jordania, consiguió que el monarca la nombrara jefa adjunta de la misión de la embajada jordana en Reino Unido, una manera de tener seguridad e inmunidad y evitar su retorno forzoso a Dubái.
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