El último año la vida de Mohamed V de Malasia dio un vuelco radical, del que ahora, según ha expresado en un comunicado difundido por el Palacio de Kelantan, se arrepiente profundamente. Todo empezó tras su sorprendente decisión de casarse con Oksana Voevodina, una modelo rusa 25 años menor que había ostentado el título de miss Moscú. Apenas dos meses después el Monarca anunció en enero su abdicación al trono, cuando la pareja esperaba su primer hijo en común que nació en el mes de abril. Sin embargo, en junio el matrimonio decidió poner fin a su hollywoodiense historia de amor comunicando su ruptura e iniciando un tortuoso divorcio. Mohamed V se quedó compuesto y sin trono y ahora lamenta sus decisiones.
En el comunicado el que fuera rey de Malasia expresa "una profunda tristeza y remordimiento por que su error personal haya causado confusión entre la gente". En concreto, lamenta la difusión en redes sociales de fotografías y detalles de su vida privada que provocaron un escándalo y una presión social que le llevaron a tomar la decisión de dejar la Corona para vivir sin injerencias un matrimonio que, como meses más tarde se demostró, estaba abocado al fracaso. Aunque nunca se confirmó, siempre se apuntó a que con su abdicación pretendía preservar la intimidad de su mujer, de quien se habían filtrado unas semanas antes unas imágenes algo comprometidas de su participación en un reality show.
Según el Palacio de Kelantan, las redes sociales dieron lugar a falsos rumores que menoscabaron la reputación del sultan, por lo que ha pedido a los ciudadanos que "no se dejen influenciar facilmente por afirmaciones falaces y difamatorias sobre él". Una de las principales responsables de la sobreexposición de la faceta más personal de Mohamed V es precisamente su exesposa Oksana, que utiliza en su cuenta personal el nombre que adoptó al casarse con el Rey: Rihana. Además de cambiarse el nombre, su enlace conllevó cerrar todos sus perfiles digitales, pero tras su ruptura no dudó en reaparecer en las redes compartiendo numerosas fotografías junto a su ya exmarido y su hijo Ismail Leon. Además, en su última publicación ha comenzado a relatar cómo se fraguó su relación. Según la rusa, la primera vez que le vio pensó que sería el futuro padre de sus hijos ya que él le dijo que estaba divorciado y que su mayor error había sido precisamente no haber tenido descendencias. Tras convencerla para viajar a Malasia, la modelo confiesa que cuando llegó al país, él se presentó vestido con el traje tradicional y le prometió que le enseñaría todo sobre el islam. Tras este pequeño "aperitivo", Oksana escribe: "continuará...", por lo que parece que los rumores que tanto teme Palacio tendrán segunda parte.
Mientras ella cuenta su versión de la historia, el sultán de Kelantán, título que aún conserva, duda incluso de la paternidad de su hijo. Su abogado, Koh Tien Hua, aseguró tras confirmar la separación que "no hay evidencia objetiva" de que Mohamed V sea el padre biológico del pequeño. La exmiss Moscú, por su parte, sostiene que a ella nadie le notificó oficialmente el divorcio. Sin embargo, el letrado ha asegurado que el exmonarca pronunció ante dos testigos musulmanes el conocido como "triple talaq", un precepto islámico según la cual el marido únicamente debe pronunciar tres veces la palabra, que significa divorcio, para poner fin a su matrimonio. La corte sharía le había dado permiso previamente y el pasado 1 de julio se emitió el certificado que rompía finalmente la relación.
Con estos mimbres la sorprendente historia de Mohamed V y Oksana Voevodina parece tener cuerda para rato. Entre tanto Malasia tiene un nuevo Rey, Tengku Abdullah, que fue coronado el pasado 30 de julio. La monarquía de este país del sudeste asiático es constitucional rotatoria, es decir, que mientras que los sultanatos –hay nueve en el país- sí son hereditarios, cada cinco años un consejo de sabios consensuan en una reunión secreta quién llevará la corona. Así, el mandato del sultán de Kelantan hubiera finalizado en 2021.