El rey de Jordania toma partido y apoya a su hermana la princesa Haya en su momento más difícil

Abdullah II ha facilitado protección y una salida profesional a la que fuera esposa del emir de Dubai

por hola.com

La lucha de la princesa Haya de Jordania continúa. Después de abandonar al emir de Dubái, Mohammed Bin Rashid, y huir a Reino Unido con sus dos hijos, se encuentra inmersa en una batalla judicial por las custodia de Jalila, de once años, y Zayed, de siete y teme por su seguridad. Después de varios meses de silencio caminando sobre el hilo de una inminente crisis diplomática, la casa real hachemita ha tomado partido. El rey Abdalá II ha nombrado a su hermana jefa adjunta de la misión de la embajada jordana en Reino Unido, según publica la revista Gala, un gesto que prueba no solo el apoyo incondicional del Monarca sino que también le proporciona la red de seguridad que tanto necesitaba la princesa.   

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Este nombramiento llega después de que las autoridades británicas hayan desestimado la demanda de asilo de Haya. Ahora, como parte del cuerpo diplomático de Jordania, cuenta con inmunidad y protección tanto para ella como para sus hijos, tal y como establece en su normativa la Convención de Ginebra. Aunque es la primera medida con una implicación directa en la situación y el futuro de la princesa, el primero en romper una lanza en favor de su hermana fue el príncipe Alí de Jordania, que dejó claro su postura en una emotiva publicación que compartió con sus seguidores

Junto a una imagen en la que aparece abrazando a su hermana, el príncipe jordano escribía: "Hoy con mi hermana, la niña de mis ojos, Haya bint Al-Hussein". El príncipe se pronunciaba así una semana después de que comenzase el juicio por la custodia de los niños. Fue en la vista preliminar cuando vimos por primera vez a Haya de Jordania desde que se hiciese pública su huida. Acompañada de su abogada, Fiona Sara Shackleston, apareció seria, pero con buen aspecto para afrontar este primer round de la batalla judicial que le espera. Entre sus primeras peticiones está la demanda de protección para evitar que sus hijos sean víctimas de matrimonios concertados, la custodia de ambos pequeños y una orden de alejamiento contra el que fuera su marido.

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La fuga de la princesa ha servido además para resucitar los casos de Shamsa y Latifa, las hijas del emir de Dubai, que también trataron de escapar sin éxito en su día. En el año 2000, Shamsa, que por aquel entonces tenía 19 años, abandonó el hogar  hasta que fue descubierta en una calle de Cambridge seis semanas después y enviada de vuelta a su país. Su hermana Latifa, de 33 años, hizo lo propio el año pasado, pero fue interceptada por hombres armados cuando se encontraba cerca de la costa de la India, y fue devuelta a la ciudad emiratí. Aprovechando el foco mediático, la organización Detenido en Dubái ha llevado el caso ante el Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para denunciar las condiciones de vida de las dos hermanas.