Se llama Marie-Louise zu Sayn-Wittgenstein-Berleburg, pero la jet-set internacional la conoce simplemente como Lilly. Esta bella royal alemana de 47 años es la protagonista de un verdadero cuento de hadas moderno. Hija del príncipe Otto-Ludwig Sayn-Wittgenstein-Berleburg y de Annette von Cramm, creció en un castillo mágico cerca de Stuttgart y en su adolescencia la prensa germana le dio el título de "la princesa más deslumbrante de Alemania".
En 1993, con solo 20 años, se casó con el príncipe Alexander zu Schaumburg-Lippe, catorce años mayor que ella. El matrimonio se mudó al fabuloso castillo de Bückeburg, cerca de Hannover, donde trajeron al mundo a un heredero, el principito Donatus. Pero su felicidad no duró mucho. Nueve años después de la boda, se separaron amistosamente. La diferencia de edad era demasiado grande.
Poco después, Lilly conoció a su segundo príncipe azul, el atractivo diseñador de origen griego Lambros Milona. Con él tuvo una hija, a la que bautizaron Lana. Pero hace tres años y medio también se separó de él. Mientras su hijo mayor estudia en Londres y su hija en Suiza, Lilly se ha instalado en Milán, capital de la moda, donde trabaja como embajadora de la legendaria firma de joyería Bulgari. En pocos años, se ha convertido en toda una influencer, con casi veinte mil seguidores en Instagram (y sumando). “Por primera vez, ningún hombre decide por mí, y eso se siente increíblemente bien", ha reconocido en alguna entrevista.
La princesa Lilly es una de las royals más glamurosas y viajeras del mundo. Un día está en una fiesta de Bulgari en Roma y al siguiente, en una exposición de arte en Venecia. O en la semana de la moda de Nueva York o en la de París.
Este fin de semana, aterrizó en Marbella, donde no quiso perderse el concierto de Juanes en el Festival Starlite. Aprovechando el anonimato del que goza en España, bailó y cantó todas las canciones del artista colombiano y se codeó con estrellas nacionales e internacionales como las gemelas Nicole y Bárbara Kimpel, Valeria Mazza, o Hubertus de Hohenlohe y su flamante mujer, Simona. “La princesa más deslumbrante de Alemania” brilló en la noche marbellí. Además, la princesa Lilly se desplazó hasta la tienda de Bulgari de Puerto Banús para asistir a la presentación de la colección de Alta Joyería de la marca. Allí coincidió con Gunilla von Bismarck, Hubertus de Hohenlohe, Isabel de Borbón y Sandra García-Sanjuan entre otros amigos de la marca.