Queda poco más de un mes para que Japón viva un momento histórico con la primera ceremonia de abdicación de un emperador en 200 años y los primeros ritos ya han comenzado. Akihito cederá el Trono a su hijo Naruhito el 30 de abril en una serie de ceremonias casi sagradas para una de las monarquías del mundo en la que más peso tiene la tradición. Antes de ese momento, el actual soberano aún tiene que cumplir con varios protocolos para asegurarse de que sus ancestros están al corriente de sus planes.
Hace dos semanas una ceremonia que se repetirá el 30 de abril dio el pistoletazo de salida a un recorrido por varios santuarios para anunciar su intención de ceder la Corona a su hijo. La primera parada es el mausoleo del emperador Jimmu, el primero según la leyenda, que se encuentra en la región de Nara. Allí han llegado este martes Akihito y Michiko, muy elegantes y sonrientes, para notificar ante la tumba su decisión de abdicar. Él con chaqué y ella con un traje compuesto de falda larga y cuerpo violeta claro y un sofisticado tocado cumplieron con la tradición saludando tanto a la llegada como a la salida a los seguidores que se acercaron al mausoleo para presenciar el acto.
El próximo 18 de abril se espera que el matrimonio imperial visite el Santuario de Ise, el más grande del país con el mismo propósito y el 23 de abril, se trasladarán al mausoleo de Tokio, donde yace su padre, el emperador Hirohito, al que también deberá notificar su renuncia. Los ritos que se llevarán a cabo durante las ceremonias de abdicación y coronación, así como los que las preceden, tienen más de 1.000 años y proceden de sintoísmo, la religión que rige a la milenaria monarquía nipona.
Primeras medidas de seguridad para la ceremonia de abdicación de Akihito de Japón
Una abdicación es toda una novedad sin precedentes en el Japón moderno y tal es la expectación y la solemnidad que la que la monarquía del Cristantemo otorga a este momento de cambio que el Gobierno ha creado una comisión especial formada por 26 miembros para que no falte ningún detalle. Además del cambio de Soberano, la abdicación supone para el país el fin de la era imperial Heisei, que comenzó en 1989 con la coronación de Akihito y el comienzo de una nueva, cuyo nombre anunciará el príncipe heredero Naruhito el próximo 1 de abril.
Los emperadores de Japón celebran los 30 años de su entronización en la recta final de su reinado