Masako de Japón, la 'princesa triste' que quiere dedicarse 'a la felicidad de la gente'
Su marido, el príncipe Naruhito, ascenderá el trono del país nipón en mayo de 2019
Parece que poco a poco y tras mucho sufrimiento, Masako de Japón por fin se encuentra lista para asumir el papel para el que lleva preparándose desde hace 25 años cuando se casó con Naruhito, heredero al trono nipón. Será el próximo mayo de 2019 cuando los hasta ahora príncipes se conviertan en emperadores, tras la abdicación del actual emperador Akihito, que culminará el 30 de abril. Cuando quedan pocos meses para su ascenso al trono, la princesa se ha sincerado sobre cómo afronta este nuevo reto al que piensa dedicarse “en cuerpo y alma”.
Con motivo de su 55 cumpleaños, que tuvo lugar hace unos días, Masako ha hecho unas declaraciones de lo más significativas, según un comunicado de la Casa Imperial recogido por la Agencia Efe. Conocida en el pasado como “la princesa triste” quiere trabajar durante su reinado por “la felicidad de la gente. Así que me esforzaré para ello mientras voy aprendido y ganando experiencia”, dijo la Princesa que sufrió una larga depresión.
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Ilusionada con su nueva labor, Masako también dijo sentirse “nostálgica” por abandonar la llamada era Heisei, que concluirá a finales de abril con la abdicación planeada del actual emperador, Akihito, de 84 años, y la subida al trono del Crisantemo de su hijo, el príncipe heredero Naruhito, también de 55 años.
La futura emperatriz también tuvo palabras de agradecimiento para los actuales emperadores, Akihito y Michiko, de los que dijo que la recibieron “con calidez” cuando pasó a formar parte de la Casa Imperial hace más de dos décadas. En este tiempo la han seguido “cuidando y asesorando con generosidad”. Ante su jubilación, a ambos les desea “de corazón” que puedan “dejar atrás su ajetreada vida y disfrutar de días tranquilos” una vez que se produzca la abdicación. Fue en el verano de 2016 cuando el actual emperador del Trono del Crisantemo expresó su deseo de pasar el testigo a su hijo debido a su delicado estado de salud. Sin embargo, las particularidades de la Constitución nipona y la necesidad de tener que aprobar una legislación específica para el relevo en vida han retrasado hasta 2019 la fecha de la abdicación. Será la primera vez que un emperador japonés abdique en dos siglos.
La historia de Masako se hizo internacionalmente conocida cuando sufrió una depresión inducida por el estrés desde diciembre de 2003, coincidiendo con la presión que padeció para engendrar un hijo varón que herede el trono en un futuro. Antes de entrar en la Casa Imperiao, Masako trabajó como diplomática, formada en las Universidades de Harvard y Oxford. Habla cinco idiomas (japonés, ruso, inglés, francés y alemán). Abandonó su prometedora carrera para casarse con el Heredero. Tras sufrir un aborto en 1999, su única hija nació en 2001.
Sin embargo, en los últimos tiempos ha mostrado síntomas de una mejoría participando en ceremonias y actos públicos. “Estoy feliz con el hecho de que puedo cumplir con más obligaciones dado que he tratado de mejorar mi condición física”, dijo Masako, No obstante, el equipo médico se muestra cautelosos y también ha hecho público un comunicado en el que, de cara al ajetreado año que se le avecina, pide compresión y subraya que aún sufre de mucha fatiga cada vez que debe afrontar una agenda llena de compromisos.