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La Casa Hannover pierde uno de los bastiones de su dinastía. El histórico castillo de Marienburg, situado en la Baja Sajonia (Alemania) y sede de la Familia Real, pasa a manos del Estado germano. El príncipe heredero, Ernst August y el ministro de Ciencia y Cultura, Björn Thümler, han presentado después de siete largos años de negociaciones una solución para atajar las obras de rehabilitación que la fortaleza necesita, ya que carece de calefacción y algunas de sus dependencias están prácticamente en ruinas, según informa la prensa del país. Finalmente, el Príncipe ha firmado un acuerdo por el que entrega Marienburg al Estado por la simbólica cantidad de un euro. De esta manera, serán las arcas públicas las que se hagan cargo de la costosa reforma del inmueble, que comenzará en 2020 y que supondrá una inversión de 27 millones de euros.
El ministro Thümler, de la Unión Cristianodemócrata (CDU), explicó al Frankfurter Allgemeine Zeitung que la compra garantiza que “este monumento de importancia nacional continuará abierto al público” y que es posible que finalmente se tenga que destinar un mayor presupuesto a su rehabilitación. El proceso de cesión, no se ha hecho directamente al Estado, sino a través de la inmobiliaria Liemak Inmobilien GmbH, una filial de Klosterkammer, que se hará cargo de todas las gestiones. Tras la reforma es posible que el castillo se convierta en un museo y en un hotel.
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Tras 150 años en la Casa Hannover, el castillo de Marienburg cambiará de manos. Fue construido entre 1858 y 1867 por Conrad Wilhelm Hase, uno de los arquitectos más influyentes de la época, como regalo de cumpleaños del rey Jorge V de Hannover a su esposa María Sajonia-Altenburgo y siempre ha sido la sede de la Casa Hannover en Alemania. Tras la anexión de Hannover por Prusia en 1866 y el exilio de la Familia Real, el castillo quedó deshabitado durante 80 años. Hasta este acuerdo, el propietario de Marienburg fue el príncipe Ernst August, después de que su padre se lo cediera junto a otras propiedades del patrimonio de la Casa Hannover. Hasta ahora albergaba las oficinas de la dinastía y tenía algunas de sus estancias abiertas como la capilla. También podía alquilarse para eventos sociales.
Además de la compra del castillo, está previsto que varias fundaciones compren cerca de un centenar de artículos que hay en él, como algunas pinturas de gran valor. El resto de los artículos, cerca de 1.700 piezas pasarían a formar parte de une entidad benéfica cuyo consejo de administración preside el Príncipe Heredero, su idea es seguir vinculado a Hannover, donde actualmente reside, según el citado medio.
Recientemente el imponente castillo de Marienburg volvió a recobrar el esplendor de otras épocas gracias a la boda de Ernst August de Hannover y Ekaterina Malysheva. La pareja se casó en julio de 2017 en una boda religiosa, que tuvo lugar en la iglesia del Mercado de Hannover y posteriormente se celebró una fiesta por la noce en la propiedad. Un enlace en el que estuvieron los hermanos Casiraghi. También fue el lugar elegido por Christian de Hannover, segundo hijo del príncipe Alberto para presentar de manera oficial a su novia, Alessandra de Osma, con la que se casó el pasado marzo en Lima (Perú), tierra natal de ella.
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