La glamurosa pareja de príncipes que asistirá a la boda de Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo

Pierre d’Arenberg y su mujer, Silvia de Castellane, son dos de los invitados con más abolengo a la gran boda de los Alba. Descubrimos su fabulosa historia

por Martín Bianchi

Nadie sabe más sobre bodas glamurosas que el príncipe y duque Pierre d'Arenberg y su mujer, Silvia de Castellane. La suya, celebrada en 1997, es considerada hasta la fecha como una de las más espectaculares en la historia de la nobleza europea. Fueron tres días de celebraciones que incluyeron una cena para 400 personas en el Palacio de Versalles (con un show de fuegos artificiales en los jardines de Le Nôtre), una ceremonia religiosa en la Catedral de Bourges ante 1.200 invitados y un almuerzo de despedida en el castillo de Menetou, en el valle del Loira, residencia oficial de los d’Arenberg.

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El Gotha al completo acudió a los fastos nupciales ofrecidos por Pierre y Silvia. La infanta Elena, Carolina de Mónaco, Ernesto de Hannover, y Pablo y Marie-Chantal de Grecia fueron solo algunos de los invitados que quedaron fascinados con los dotes de los d’Arenberg para recibir, entretener… y sorprender: los novios llegaron a la catedral en helicóptero (ella, vestida con un traje de alta costura diseñado por Oscar de la Renta), el millar de invitados se desplazó de un sitio a otro en un tren privado en el que se sirvió champagne Dom Perignon y los camareros sirvieron el banquete vestidos como pajes del siglo XVIII.

Veinte años después de "la boda de la década" en Francia, Pierre y Silvia d’Arenberg serán testigos de "la boda de la década" en España. Sus altezas serenísimas -ese es su tratamiento, ya que forman parte de una de las familias más distinguidas de Francia y Bélgica desde tiempos del Sacro Imperio Romano Germánico- son amigos personales de Carlos Fitz-James Stuart, decimonoveno duque de Alba, y están invitados al enlace de Fernando Fitz-James y Sofía Palazuelo, que se celebrará este sábado en el Palacio de Liria.

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Las bodas siempre han sido un asunto muy serio para los miembros de la familia d’Arenberg. El príncipe Pierre es hijo de Charles d’Arenberg y de la socialite estadounidense Margaret "Peggy" Bedford, heredera del imperio petrolero Standard Oil (actualmente ExxonMobil). El enlace de "Peggy" con el príncipe fue secreto y solo salió a la luz cuando la pareja acudió a la boda de la Princesa Astrid de Noruega, hermana del Rey Harald, con el medallista olímpico Johan Ferner. Cuando Mrs. Bedford se convirtió en princesa y duquesa, la noticia salió en toda la prensa europea y estadounidense. 

Su hijo Pierre, de 57 años, y su mujer, Silvia, forman una de las parejas más atractivas de la aristocracia europea y, además, figuran en todas las listas de los mejores anfitriones del continente. Son los árbitros definitivos del buen gusto y nunca faltan a ninguna boda importante: la de Magdalena de Suecia y Chris O’Neill, la de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo… Hace solo algunas semanas asistieron al enlace de Helene de Yugoslavia con Stanislas Fougeron en el pequeño pueblo francés de Janville. Y ahora es el turno de la del duque de Huéscar y Sofía Palazuelo.

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Una boda de raigambre no es tal sin la presencia de los príncipes d’Arenberg. La de Fernando y Sofía contará con su asistencia.